Fandom: Beyblade.
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Bajo o nulo.
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minutos.
[Link a la parte 1/2 aquí]CHROME RYUGU: ¿EL PRÓXIMO PERSONAJE DE TIPO
“RYUGA”?
Damas y caballeros, bienvenidos al pequeño rincón
de esta publicación donde apago mi cerebro y me pongo en modo fangirl.
Si bien la Saga Metal hizo muchas cosas mal, una
de las que hizo bien fue Ryuga. No lo digo yo, lo dice el fandom. Y supongo que Takara también se
dio cuenta, porque al finalizar la Saga Metal, la Saga Burst intentó replicar el éxito de Ryuga. Lui Shirosagi no será un
clon perfecto del Emperador de la Saga Metal, pero sí tuvo muchos aspectos clave que denotaban de dónde nació su concepto: un
Bey dragón de rotación izquierda, un gimmick
único durante su año de debut, una racha de victorias virtualmente perfecta
durante su época dorada, una resonancia igual de perfecta, una actitud fría
pero agresiva, y un compromiso enorme con el deporte del Beyblade profesional.
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Lui Shirosagi: el apodado "Rey Dragón Blanco" de la Saga Burst.
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Después de Lui, la Saga Burst introdujo a muchos
otros rivales con Beys dragón de rotación izquierda, pero ninguno se acercó al
nivel de popularidad del chico de cabello celeste… bueno, excepto Free de la Hoya, y tal vez Delta Zakuro. Pero me estoy saliendo
del tema.
Lui Shirosagi es de los mayores íconos de la Saga Burst, al
igual que Ryuga es uno de los
mayores íconos de la Saga Metal. Es obvio que la Saga X no se va a quedar sin
su propio rey dragón, ¿verdad? Pues ahí está la incógnita: todavía no lo sabemos. Sin embargo, retomando el hecho de que la
Saga X tiene tantos elementos sacados de las sagas anteriores, no sólo existe
la posibilidad de que sí tengamos a un nuevo dragón imbatible, sino que a lo mejor ya lo conocemos.
Hace rato, al
hablar del dilema del protagonista, mencioné al Equipo Pendragon y a su líder, llamado “Chrome Ryugu”. Pues
bien: hay quienes sospechamos que Chrome será nuestro próximo personaje del
arquetipo “Ryuga”.
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Chrome Ryugu
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Las dos mayores
indicaciones de esta conexión se encuentran en el nombre y en el rol
conocido de Chrome. Iniciando por el nombre (o más bien, por el apellido), el hecho de que Chrome se apellide “Ryugu”
no puede ser mera coincidencia. A ver: “ryu” significa “dragón” en japonés,
por lo que es muy normal que cualquier personaje en cualquier Ánime que tenga
una conexión con los dragones tenga la sílaba “ryu” en su nombre. Sin embargo,
no hay excusa para que el sufijo “-gu” esté a tan sólo una letra de distancia
de copiar el nombre de Ryuga.
En cuanto al rol, Chrome es el líder del equipo campeón japonés, por lo que efectivamente se le puede considerar el #1.
Un auténtico Emperador Dragón. Hasta
ahora, en sus pocas apariciones, Chrome ha demostrado un gran poder y una nula
necesidad de esforzarse en serio en sus combates para ganar. Chrome parece
estar muy comprometido con el deporte del Beyblade profesional, y guarda su
título de campeón con bastante seriedad y orgullo. Todo eso también se puede
decir de Ryuga.
Por último,
poniéndome incluso más injustificadamente
ilusionada, hay un detalle más en el diseño de Chrome que no me permite abandonar
la idea de que está inspirado en Ryuga. El
adorno en su cabello.
Y es que Ryuga se
veía a sí mismo como un emperador
real, por lo que su atuendo tenía tres
referencias a su estatus autoimpuesto: una chamarra sostenida de su cuello
como una capa, un ornamento de oro en el que guardaba a su Beyblade, y una
corona también de oro en la forma de una cabecita de dragón. La corona en particular era el mayor
símbolo utilizado en la serie para representar el estado de Ryuga, pues los
únicos momentos en los que no la tenía eran sus momentos más vulnerables.
Además, la corona también le ayudaba a mantener su peinado en orden, pues
cuando se la quitaba, varios mechones de cabello se le venían a la cara.
Entonces, Ryuga
tenía un símbolo dragontino en la cabeza que también ayudaba a mantener su
peinado como debería. ¡Y vaya coincidencia! Chrome también tiene un símbolo dragontino en la cabeza que también
ayuda a mantener su peinado como debería. Sólo que en el caso de Chrome, en
vez de una pequeña corona dorada, estamos hablando de un pequeño adorno
plateado.
Sé que estoy
escupiendo tonterías, pero en serio quiero creer que Chrome seguirá los pasos
de Ryuga, Sakyo, Lui, Free y Delta, y se volverá nuestro próximo rey dragón. Incluso si el Bey de Chrome no es un
Bey de rotación izquierda, cabe la posibilidad que eso se deba simplemente a
que apenas estamos iniciando la Saga X, por lo que todavía no se desea
introducir la rotación inversa. Pero si
Chrome cambia de rotación derecha a izquierda cuando este gimmick sea introducido, creo que todos tendremos por seguro que él
será nuestro próximo rey dragontino.
...
BROOKLYN + PHI = BURN FUJIWARA
Con la teoría de “Chrome es el próximo Ryuga”, admito que
me dejé llevar mucho por mi lado de fangirl,
así que para compensarlo, ¿qué les
parece si hablamos de una teoría mucho más fundamentada?
Ya he hablado de
que, gracias a la falta de cualidades protagónicas de Bird, varias personas le
están dando más prioridad a Ex Cross, quien es el deuteragonista. Sin embargo, hay alguien más que empezó a robarse la
atención desde su reciente debut en el manga de noviembre. Porque tal vez
ya tengamos a un “protagonista” y a un deuteragonista, ¿pero dónde está el antagonista?
El misterio de
quién será el villano de Beyblade X todavía no tiene respuesta. Algunos creen
que podría ser Chrome por su
aparente conexión con Ryuga, quien fue el villano de su respectiva primera
temporada. Otros creen que será Ex Cross,
porque no es normal que un simple compañero le robe tanta atención al
protagonista. Sin embargo, por ahora, el mayor candidato a tomar el rol
antagónico es ni más ni menos que el personaje debutante de noviembre: Burn
Fujiwara.
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Burn Fujiwara
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Heredero de una
millonaria empresa farmacéutica, Burn
es un prodigio incluso mayor que Multi. Él es tan hábil que sus entrenadores jamás pudieron enseñarle nada nuevo
porque él dominaba todas las técnicas desde
el primer intento. Burn tiene un potencial tan grande que ni siquiera sus Beyblades anteriores podían
contenerlo, causándole derrota tras derrota por motivos de autodestrucción.
Como Burn es asquerosamente millonario, se puede
permitir los lujos y las tecnologías más costosos que existen en el mundo del
Beyblade profesional. Por ejemplo, su Bey actual (llamado Phoenix Wing) es uno
desarrollado especialmente para sus necesidades, con el apoyo de científicos y
mecánicos del más alto calibre. Otro ejemplo es que, en el manga de diciembre, Burn
regaló cientos de Beyblades
especializados en velocidad con el único objetivo de sabotear a Ex Cross; pues
como Ex se especializa en tácticas veloces, el acostumbrar al resto del mundo a
esa velocidad hizo más fácil la posibilidad de derrotarlo. Estamos hablando de
que Burn regaló Beyblades de alto
calibre a todo Japón sólo para ganar una batalla contra Ex: una locura que
sólo un millonario podría costearse.
En resumen, Burn tiene un talento prodigioso y recursos
cuasi-infinitos. Esos dos detalles, aunados a su apariencia, hicieron que
el fandom entero lo relacionara de
inmediato con dos villanos icónicos de sagas pasadas, lo que nos ha llevado a
teorizar que Burn es otro tributo a la
historia de la franquicia, y el villano de la temporada actual.
Por un lado, la
idea de un prodigio quien viste de blanco y que jamás ha necesitado entrenar
porque todo lo logra a la primera ya fue utilizada en 2003, de la mano del
icónico Brooklyn.
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Brooklyn: el prodigio y antagonista final de Beyblade: G-Revolution.
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Y por el otro
lado, la idea de un heredero millonario con cabello blanco, con científicos a
su disposición para crearle equipamiento personalizado, y con un Beyblade
inspirado en un fénix, fue vista en 2018 con el debut del mítico Phi.
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Phi: heredero multimillonario, autoproclamado "Señor de la Destrucción", y antagonista final de Beyblade Burst Turbo.
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Lean las descripciones
de Brooklyn y Phi, analicen sus diseños, e intenten negarme que Burn Fujiwara es una mezcla de ambos.
Incluso podemos decir que Burn tiene una
pizca de un tercer antagonista pasado: Lain
Valhalla, quien debutó en 2020 y que también tenía problemas para contener
su potencial al grado de que solía romper su propio equipamiento por accidente.
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Lain fue el antagonista final de Beyblade Burst Surge, y se caracterizaba porque tenía un potencial tan enorme que casi se autodestruía en batalla porque su propio equipamiento no lo soportaba. En esta imagen, por ejemplo, Lain está rompiendo por accidente su lanzador al usarlo, lo que desemboca en que su Bey ni siquiera esté girando al caer al estadio.
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Si con Chrome
equivaliendo a Ryuga podíamos decir que estuve alucinando, en esta ocasión es
todo lo contrario: Burn es
definitivamente un equivalente a Brooklyn y a Phi. Y no es para menos: esos
dos son de los villanos más queridos y temidos de las sagas pasadas, así que son
dignos de ser revisitados de forma indirecta mediante Beyblade X. En serio espero que Burn termine volviéndose el
antagonista de la serie actual, pues sería un excelente modo de homenajear a
dos grandes antagonistas del pasado.
MÁS VALE PASO QUE DURE QUE TROTE QUE CANSE – LA
SITUACIÓN ACTUAL DEL ÁNIME
Antes de concluir, quiero dedicarle una sección a
un problema concerniente al Ánime que trata más de su transmisión que de su
trama.
En una de las
secciones iniciales de la publicación, abordé el tema de cómo Takara Tomy quiere transformar la
franquicia de Beyblade en una franquicia perenne,
y mencioné que habría grandes riesgos y sacrificios a aceptar para intentar
lograr que ese plan funcione. Por el lado de los trompos, ya vimos el riesgo de
que los modelos futuros no incluyan tanta innovación para facilitar el respeto
a los cuatro requisitos. Y mientras los juguetes mejorarán a un ritmo muy
lento, todo apunta a que el Ánime
también proseguirá en cámara lenta.
Normalmente, cada
saga de Beyblade requiere un año para “agarrar impulso”, por decirlo de
algún modo. Los primeros 12 meses se utilizan para sacar Beyblades que servirán
de prototipo para los modelos más
evolucionados, el manga inicia con una
trama ligera como introducción a arcos futuros, y no se produce un Ánime. Todos estos esfuerzos preparatorios se
quedan en Japón, pues no se hacen
lanzamientos a escala global. Luego de 12 meses agarrando impulso en
tierras niponas, el segundo año arranca con todo: se crean las primeras evoluciones a los Beys prototipo, se produce un
Ánime, y comienzan las exportaciones al resto del mundo.
Esta técnica le
ha funcionado bien a Takara en el pasado, cuando la franquicia todavía se
tomaba un par de años de descanso entre sagas. Pero como ahora se desea no
parar con los lanzamientos, la opción de
usar un año para agarrar impulso ha quedado fuera. Los Beyblades prototipo
y las evoluciones ya no existen, el Ánime ya arrancó su transmisión a pesar de
que el manga todavía está en su etapa introductoria, y se prevé que los
lanzamientos de mercancía y del Ánime en el resto del mundo lleguen entre
febrero y abril de 2024.
Si bien el lado de los trompos está relativamente
bien (no tenemos prototipos ni evoluciones, pero por lo menos los diseños han
sido acertados hasta ahora), no podemos decir lo mismo del Ánime.
Así está la cosa:
debido a que normalmente el manga se estrena un año antes del Ánime, es normal
que cuando el Ánime dé comienzo, su
historia avance de forma interesante desde el comienzo, porque la base del
manga ya está sólida. Además, como el manga sólo obtiene 12 capítulos al
año y el Ánime obtiene 51 episodios en ese mismo periodo, el Ánime tiene la oportunidad de expandir mucho más lejos las ideas
originales del manga. Por último, debido a las discrepancias de tiempo de
lanzamiento y de número de capítulos, ambos
medios suelen divergir en sus tramas, dándonos a los fans mayor variedad de
historias y perspectivas en cada saga.
En pocas
palabras, el que haya un gran tiempo de diferencia entre los estrenos del Ánime
y del manga es beneficioso en todos los
sentidos. Tenemos una historia sólida desde el arranque, tiempo extra para
ahondar en el lore y en los
personajes, y hasta podemos conocer dos versiones de una misma trama principal.
Sin embargo, con el plan perenne de Beyblade X,
esos tres beneficios se han perdido, y eso realmente está pesando.
Primero que nada,
como el Ánime todavía no tiene un manga sólido que sirva de introducción a su
propia historia, ambas historias están
siendo un calco mutuo. Y cuando digo que es un calco, no es exageración. El
Ánime está copiando al manga a un grado tan absurdo que hasta pareciera que el manga es el storyboard del Ánime, porque las
poses, los encuadres y los diálogos en muchas escenas son exactamente los
mismos. Puedes poner uno al lado del otro y la diferencia será mínima. Esto
es malo para la empresa porque, si leíste el manga, ya no habrá sorpresas en el
Ánime, por lo que no tendrás un motivo para consumir ambos productos.
Segundo que nada,
debido a que el Ánime está obligado a seguir el curso del manga para agarrar
impulso propio, es necesario hacer que los 51 episodios de la animación vayan a
la misma velocidad que los 12 capítulos del cómic. Si hacen cuentas, eso quiere
decir que el Ánime debe desacelerar su
trama en un 76.48% para no adelantarse, y eso sólo se puede lograr de un
modo: con montones y montones de relleno. Normalmente, podríamos
decir que al menos tendremos relleno del bueno, desarrollando más a los
personajes en historias secundarias para justificar sus acciones en la historia
principal. Pero de nuevo, como el Ánime debe permanecer pegadito al manga, y el
manga no tiene tiempo de desarrollar a sus personajes, el Ánime tampoco tiene permitido salirse de la ruta principal. Esto
ha desembocado en que personajes secundarios como Meiko Meiden, Taisho Sushiya
o el Equipo Zooganic permanezcan
bastante planos, y en que los episodios de relleno son aburridos o inconsecuentes.
Al momento de
escribir esta publicación, el Ánime se ha mantenido como un calco del manga,
sin ninguna expansión importante o una divergencia que vuelva único cada medio.
Si esto continúa así, existe el riesgo
de que alguno de los dos medios sea cancelado por falta de audiencia. El
único modo de solucionar esto es dejar que el Ánime abra sus alas con libertad y se dirija al rumbo que desee, tal y
como siempre ha sido en el pasado, pero todavía no estoy segura de que Takara
Tomy vaya a permitirlo.
Por último, tengo
una pequeña queja personal respecto al elemento fantástico más característico
de Beyblade, y que la Saga X definitivamente está manejando mal: los avatares
(o como sea que se llamen ahora).
Desde el nacimiento
de la franquicia, ha sido una tradición relacionar
cada modelo de Beyblade con una criatura mitológica. Originalmente, esta
era una simple herramienta de marketing para que los niños imaginaran que están
controlando a un ser místico con cada trompo que usan. Pero cuando se empezaron
a implementar los mangas y los ánimes, la
importancia que tomaron las criaturas mitológicas en las tramas se volvió algo
crucial. En la Saga Original, las “Bestias Bit” eran seres que se refugiaban
en los objetos personales de los humanos que les agradaban, y brindaban sus
poderes en batalla a cambio de ser protegidos de gente malvada. En la Saga
Metal, los “Espíritus” eran entes conectados a una de las 88
constelaciones y que por ello brindaban poderes cósmicos a quienes los
utilizaran. Y en la Saga Burst, los “Avatares” eran fieles guerreros que
compartían y amplificaban los ideales de quienes los portaban, por lo que una
buena relación con el avatar era vital para fortalecer al Bey.
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Las cuatro Bestias Bit Sagradas iniciales de la Saga Original: yendo en el sentido de las manecillas del reloj, tenemos al fénix Dranzer, al tigre Driger, al dragón Dragoon, y a la tortuga Draciel.
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Dos Espíritus Legendarios del Sistema Solar en combate. A la izquierda, el Espíritu de Marte Variares; a la derecha, el Espíritu de Saturno Kronos.
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El Avatar Belfyre dándole un consejo a su compañero humano: Bel Daizora.
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Si bien las Bestias Bit, Espíritus y Avatares de
las sagas pasadas eran de los elementos más fantasiosos (algunos hasta dirían “ridículos”) de la franquicia,
hoy en día sería imposible imaginar
una temporada en la que estos seres no aportaran algo de valor. Muchas de las
escenas más icónicas de la franquicia están relacionadas con el modo en que sus
criaturas mitológicas interactúan con su entorno o con sus compañeros humanos: Driger rompiendo su sello y salvando a
Ray de la muerte, Valkyrie
enseñándole a Valt a usar el Rush Launch con un breve contacto de su espada, L-Drago tomando el control de Ryuga, Achilles suplicándole ayuda a Aiger antes
de que Phi lo rompiera, y un largo etcétera. Una historia de Beyblade sin criaturas míticas no es una verdadera
historia de Beyblade.
Por eso, mi queja
es que Beyblade X está bastante carente
de auténticas interacciones de valor con los seres mitológicos. El modo en
que este asunto está siendo representado ahora es con los “avatares” (si es que
todavía se llaman así, porque ni siquiera se han molestado en darles un nombre)
siendo una especie de proyecciones
holográficas colocadas en los estadios mediante tecnología de inteligencia
artificial. Esto les disminuye MUCHO
el valor a los avatares, pues en vez de formar conexiones emocionales entre
ellos y sus colegas humanos, ahora son tratados más como decorativos estéticos.
Simples adornos. Espectáculos de luces. AÑADIDOS INSIGNIFICANTES.
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El "avatar" Dran en el Ánime de Beyblade X. El fondo de escena de aparición deja muy en claro su naturaleza como un simple holograma.
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Ningún avatar de Beyblade X interactúa con su compañero,
ni cambia el curso de las batallas con sus apariciones, y ni siquiera es un
espectáculo visual tan impresionante. Compárese eso al modo en que las Bestias Bit podían pelear de forma
separada a sus Beyblades para afectar el campo de batalla, a cómo los Espíritus se robaban el show con sus
interacciones animadas, o al hecho de que la Saga Burst tuvo tres
temporadas seguidas dedicadas a explorar
lo que hace que una relación con un Avatar sea buena o mala. En serio: créanme que le podría dedicar una
publicación entera a los entes mitológicos de las tres sagas anteriores y
tendría contenido de sobra. Pero con Beyblade
X, todavía no veo nada que me haga tomarle cariño a uno sólo de sus
avatares. ¿Acaso los problemas de ritmo en el Ánime tienen algo que ver? Yo no
dudo que ese sea el caso.
...
CONCLUSIÓN
De las 6
secciones que ha tenido esta publicación, he utilizado 4 para quejarme y 2 para
teorizar. ¿Significa que la Saga X no tiene nada bueno hasta ahora? Por supuesto que no.
Los Beyblades de
este primer año, para ser el intento inicial de sacar algo de un sistema nuevo,
son bastante bonitos, y dejan muy atrás
a los prototipos iniciales que hemos visto en sagas pasadas. Tan sólo vean
los primeros modelos de los Beys de los protagonistas anteriores…
   |
Spin Dragoon, Pegasis 105F y Valkyrie Wing Accel: los tres primeros Beys protagónicos de sus respectivas sagas.
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…y compárenlos
con los primeros modelos para Bird.
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Strike Hawk y Hells Scythe: los primeros Beys protagónicos de la Saga X.
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Si ya de por sí
esos dos modelos iniciales para la Saga X se ven bien, modelos como Cobalt Drake, Lion Claw, Shark Edge y Phoenix Wing dejan en vergüenza a los
prototipos pasados.
    |
Cobalt Drake, Leon Claw, Shark Edge y Phoenix Wing: cuatro de los modelos más vistosos de Beyblade X hasta ahora.
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Del mismo modo en
que los diseños de los Beyblades son muy bonitos, los diseños de los personajes tampoco se quedan atrás. El detalle
que hasta ahora más me ha gustado es que todos
los personajes importantes tienen ojos curiosos. Por ejemplo, los ojos de Bird tienen pequeñas “X” porque es el
protagonista de Beyblade X, los de Ex
tienen un pequeño anillo dentado porque su especialidad es acelerar a tope con
los dientes de sierra del estadio, y los de Multi tienen un arcoíris miniatura porque ella utiliza un color
para representar cada uno de sus talentos. ¿Quieres
saber si un personaje de Beyblade X es importante? Sólo mira sus ojos para
descubrirlo.
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Acercamiento a los ojos de Bird, Ex y Multi.
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Otro acierto que
puedo mencionar es el hecho de que el
Sistema Xtreme Gear sí ha podido combinar cuatro sistemas en uno. Ya sé que
antes dije ese asunto acabaría limitando las futuras innovaciones, pero al
mismo tiempo, el mero hecho de tener Beys con Bit Chips parcialmente
funcionales, puntos de contacto metálicos, factor explosivo, y aceleración
súbita, todo en uno, es increíble.
Además, incluso
si el Ánime y el manga carecen de peso real con los seres míticos, yo diría que el resto del worldbuilding en Beyblade X está muy
bien elaborado. Hay capítulos enteros dedicados al sistema de torneos, los
rangos/niveles de poder, y otros detalles para explicar el modo preciso de
volverte el luchador #1 en este mundo. Los equipos rivales a nuestros
protagonistas son interesantes y cumplen
con su rol narrativo, y lo único que me dejan deseando es que aparezcan en más episodios para
desarrollarlos. A mí me encantaría que el Equipo Zooganic se vuelva un
aliado recurrente de nuestro Equipo Persona, algo así como pasó con casi todos
los equipos internacionales en la Saga Metal.
…
La Saga X ha tenido un
comienzo duro. Siento
que, en su estado actual, hay un balance entre lo positivo y lo negativo, pero
es un balance muy delicado que
podría derrumbarse si una cosa negativa más es añadida. El manga va bien, el Ánime está titubeando, y los juguetes van bien pero corren el riesgo de titubear
si no se hace nada apantallante de aquí a junio de 2024. El Proyecto X-Over no
ha tenido muchos avances notorios desde que cerró la votación, más allá de que
se están teniendo problemas para hacer una buena adaptación de Trypio al Sistema Xtreme Gear (pero no
ahondemos en eso en esta publicación), y de que Driger S y Lightning L-Drago
tendrán sus lanzamientos en algún punto de 2024.
En definitiva,
este primer año ha ido a un ritmo vertiginoso
si lo comparamos a los primeros años de sagas anteriores. A pesar de que hasta
ahora las cosas han funcionado bien (pero
“bien” a secas), temo que semejante impulso inicial deje agotada a la
empresa en muy poco tiempo. Como dije en un subtítulo anterior, “más vale paso que dure que trote que canse”,
así que tengo miedo de que estos momentos Takara Tomy esté trotando y que en dos
años ya esté cansado.
Se supone que el plan perenne se eligió para
capitalizar aún más del potencial que la franquicia demostró con el éxito de la
Saga Burst. Sólo espero
que Takara no se haya olvidado de que la Saga Burst tuvo tanto éxito justamente
porque retomó el valor de la simpleza en sus inicios, y que si desea celebrar
dignamente el 25 Aniversario de la franquicia, debe saber en qué aspectos mantener la continuidad y en qué aspectos
dar una sorpresa.
Sin más que
añadir, les deseo un excelente día, amables lectores. ¡Hasta la próxima, les deseo un
excelente año nuevo 2024!