sábado, 25 de marzo de 2023

Beyblade: Saga Metal – Una retrospectiva. Parte 4 (Final)

Fandom: Beyblade
Nivel de conocimiento previo requerido: Bajo o nulo
[Link a la parte anterior]

Una vez finalizada la tercera temporada de la Saga Metal, mi humor no era el mejor. Por esas fechas me encontraba “de luto” debido al fallecimiento de Ryuga, así que cuando tenía la oportunidad de navegar por Internet, buscaba cualquier cosa que me ayudara a recordarlo y homenajearlo.

Entonces me topé con algo. Una pequeña esperanza.

Encontré unos cuantos videos y artículos, tanto en inglés como en español, que decían que existía una cuarta temporada, y que en ella se daban pruebas de que Ryuga estaba vivo.

En aquel entonces, mi entendimiento del inglés era muy deficiente, y el Traductor de Google estaba inundado de fallos que no permitían traducir ni un párrafo de forma coherente. Eso me dejaba atascada con las fuentes en español. Pero siendo toda una novata en el mundo del Internet, había una regla que yo no conocía y que acabaría aprendiendo por las malas: no hay que confiar ciegamente en Wikipedia.

SHOGUN STEEL Y LA ESPERA ETERNA

Según las fuentes en español con las que disponía, el nombre de la cuarta temporada de la Saga Metal era “Beyblade: Shogun Steel”. Sus eventos transcurrían varios años después de la tercera temporada, y sus protagonistas eran los sucesores de los protagonistas anteriores.

En YouTube ya circulaban imágenes y clips en inglés de los episodios de Shogun Steel, destacando para mí algo en particular: un personaje nuevo y desconocido, con la silueta de Ryuga por detrás, y portando un Beyblade dragón de rotación izquierda (siendo que, hasta ese entonces, el único Beyblade con esas características era el L-Drago de Ryuga).
Sabiendo que en ese entonces yo me hallaba en medio de mi fase de negación debido al luto por Ryuga, toparme con esta información era como un milagro caído del cielo para mi yo de 13 años.

Esta es la imagen de la que les hablo.

Sin embargo, como resulta que toda la información confiable estaba en inglés, yo no entendía ni medio renglón. Al final me decanté por irme a los sitios web en español, y aunque no lo sabía en ese entonces, acabé tragándome toda una sarta de mentiras. Según esos sitios web de 2014-2015 en español…
- El nombre del nuevo personaje era “Sakyo Kuroyami” (el nombre es correcto, pero el apellido real es “Kurayami”, con “a”).
- Sakyo era el hijo de Ryuga (es mentira: ninguno tiene lazos sanguíneos).
- El Beyblade de Sakyo se llamaba “Dark Knight Drago” (ese es el nombre japonés, y está mal escrito; su nombre en este lado del mundo es “Ronin Dragoon”).
- “Dark Knight Drago” era L-Drago, sólo que con una forma diferente (es mentira: Dragoon es un Beyblade distinto a L-Drago).

Entre mi ignorancia y mi deseo por creer que Ryuga seguía vivo, mi yo de 13 años nunca se puso a pensar en lo ridículas que eran estas afirmaciones. Por ejemplo, decir que “Sakyo era hijo de Ryuga” era una reverenda estupidez si consideramos que Sakyo tenía unos 17 años cuando Ryuga debía tener unos 24. Mi ingenuidad era tan grande que incluso llegué a hacer comentarios en distintos sitios web en los que afirmaba que todas esas mentiras eran verdad, por lo que acabé esparciendo falsedades sin darme cuenta.

Sabiendo que existía una cuarta temporada de la Saga Metal, y sabiendo que en ella había pistas de que Ryuga seguía vivo, mi objetivo era claro: ver esa cuarta temporada cuanto antes. Preguntándome por la emisión de Shogun Steel en Disney XD, mi primer instinto fue dirigirme a Wikipedia. Ahí, se decía que la temporada se estrenaría en enero de 2015, así que esperé pacientemente por un comercial que diera la fecha y hora precisas.

Llegó enero de 2015 y no se emitió nada. Volví a Wikipedia, donde el artículo ahora decía que Shogun Steel se estrenaría en febrero. Así que esperé pacientemente por un comercial que diera la fecha y la hora precisas.

Llegó febrero y no se emitió nada. Volví a Wikipedia, donde el artículo ahora decía que Shogun Steel se estrenaría en abril. Así que esperé pacientemente por un comercial que diera la fecha y la hora precisas.

Llegó abril y no se emitió nada. Volví a Wikipedia, donde el artículo ahora decía que Shogun Steel se estrenaría en 2016. Así que esperé pacientemente por un comercial que diera la fecha y la hora precisas.

Sí… Supongo que en este punto ya se imaginarán cómo acabó el asunto. Esperé, y esperé, y esperé, y esperé… pero Shogun Steel no era emitido. Sin embargo, mi hiperfijación no me permitía abandonar la fe.

Mientras esperaba, comencé a buscar más contenido de Beyblade en español. Así me topé con OsvarutoBeysZ: el YouTuber de Beyblade más grande de habla hispana. Me volví seguidora fiel de sus videos, a través de los cuales aprendí sobre todo aquello que el Ánime jamás abarcó.
No sé si recuerden que, en la parte 1 de esta serie de publicaciones, hablé sobre el coleccionismo y el metajuego de Beyblade. Pues bien: fue gracias al contenido de Osvaruto que me enteré de la existencia de estos conceptos, siendo él un coleccionista que dedicaba sus videos a analizar las propiedades físicas de los Beyblades y darles consejos a sus fans para optimizar sus estrategias. De vez en cuando también hablaba del Ánime a través de pequeñas secciones de sus “BeyReviews” (videos de análisis a sus Beyblades), y cuando había alguna noticia importante, él solía ser el primero en abordarla.

Así luce el canal de Osvaruto hoy en día. Si ves uno de sus videos más recientes, difícilmente ignorarás la calidad de producción que manejan; pero cuando yo los conocí, sus videos eran mucho más “caseros”, por decirlo de algún modo. Basta con comparar una BeyReview moderna con una de hace 8 años para que vean la diferencia.

Gracias a Osvaruto, pude mantenerme en la espera por Shogun Steel durante dos años sin perder la cordura. Sin embargo, debido a que yo estaba encerrada en el mundito hispanohablante del Beyblade, no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo en la escena global

EL ADIÓS

Haciendo una recapitulación rápida de las fechas que he abordado hasta ahora, tenemos que la primera temporada de la Saga Metal se emitió en México en 2011, y la tercera temporada finalizó su transmisión en 2014. Después de eso, yo estuve esperando por Shogun Steel hasta 2016.
Esas fueron las fechas con las que este lado del mundo convivió con la Saga Metal. Sin embargo, hay que recordar que la franquicia de Beyblade es japonesa. Por lo tanto, los japoneses vivieron todo el proceso mucho antes que los latinoamericanos.

Así, tenemos que la primera temporada de la Saga Metal se emitió en Japón desde 2009, la tercera temporada acabó en 2012, y Shogun Steel finalizó aproximadamente a principios de 2013. Con el fin de Shogun Steel, la Saga Metal acabó oficialmente en ese año, lo que significa que mientras yo me encontraba esperando noticias aquí en México, la Saga ya tenía mucho tiempo muerta en Japón.

La falta de noticias y eventos se manifestó en el canal de Osvaruto, pues su contenido dejo de ser tan recurrente y se enfocó en temas distintos a los usuales. Ya no había nuevos Beyblades para coleccionar, de modo que el descenso del contenido de Osvaruto también hizo que descendiera la fuerza de mi hiperfijación.

Un día cualquiera, una Karen de 15 años de edad se encontraba viendo “Tooncast”: un canal de televisión propiedad de Cartoon Network donde sus series animadas antiguas eran transmitidas. Por aquel entonces, Tooncast era el único canal donde los Looney Tunes eran emitidos con cierta regularidad, así que de vez en cuando me pasaba por ahí.

Fue en una de esas ocasiones que, durante una tanda de comerciales, vi algo que capturó mi atención: un comercial para un Ánime titulado “Pokémon Negro y Blanco: Aventuras en Unova y más allá”. El estilo artístico que esta serie manejaba era MUY parecido al de la Saga Metal, y teniendo en cuenta que yo ya llevaba casi dos años esperando su dichosa cuarta temporada, a estas alturas cualquier contenido con una pizca de similitud a ella era capaz de atraerme. Le di una oportunidad a Pokémon, y eventualmente logró volverse una nueva hiperfijación para mí.

Con Beyblade perdiendo terreno dentro de mi mente, Pokémon no fue la única animación que entró en su lugar. Sin embargo, la influencia que Beyblade había tenido en mí sí se mantuvo en pie, pues casi todas las nuevas series en las que me adentré contaban con un worldbuilding y/o acción y aventura a la altura de Beyblade. Por ahora se me vienen a la mente My Little Pony: La Magia de la Amistad, Lego Ninjago, Bajoterra y Sendokai Champions, pero de seguro hay varios más que estoy olvidando.

De este modo, todas esas nuevas aficiones entrando en mi vida, Shogun Steel simplemente nunca llegando a la televisión, y el contenido de OsvarutoBeysZ decayendo, Beyblade empezó a pasar a segundo plano en mi vida. Mi ingreso a la preparatoria marcaría el último clavo en el ataúd, pues las tareas escolares me quitarían tiempo para seguir investigando a profundidad acerca de las novedades de Beyblade.

Parecía que 2016 sería el año en que finalizaría mi amor por la franquicia del Beyblade, pero entonces

BEYBLADE BURST: EL REGRESO

A pesar de ya no poder investigar profundamente sobre Beyblade, mi suscripción al canal de OsvarutoBeysZ hacía que sus videos me llegaran de forma automática. En 2015, unos cuantos videos comenzaron a aparecer anunciando no la cuarta temporada de la Saga Metal en español, sino que EL COMIENZO DE UNA NUEVA SAGA.
Hablo, por supuesto, de la Saga Burst.

Logo inicial de la Saga Burst.

Contrario a lo que podrán pensar, queridos lectores, las primeras noticias acerca de la Saga Burst fueron de mi desagrado total.

En aquella época, yo cargaba con cierta amargura debido a la forma en que viví el cierre de la Saga Metal: sufriendo una espera interminable y creyendo en información falsa (por ese entonces, mi inglés mejoró mucho, así que por fin me di cuenta de todas las mentiras que tomé como realidades). El descubrir que la Saga Metal estaba por ser reemplazada por la Saga Burst me cayó como balde de agua fría, así que me daba igual si estas noticias representaban el resurgimiento del Beyblade porque no era la clase de noticias que yo quería escuchar

…Pero eventualmente me dije a mí misma que “peor es nada”, así que me mantuve atenta a las noticias de la Saga Burst. El estreno japonés de su primera temporada ocurrió en abril de 2016, y pronto encontré un sitio web que publicó los episodios iniciales.

Lo que vi no me gustó nada.

Puedo resumir en dos puntos el motivo por el que Burst no se llevó mi agrado inicial:

1.- No entendía ni una palabra. Como era de esperarse, las primeras publicaciones de los episodios estaban en japonés sin subtítulos en ningún otro idioma. Como no podía comprender ni medio diálogo, la historia no tenía ningún sentido para mí.
2.- Esto no era Metal. A ver: sé que es obvio que la Saga Burst no iba a tener la misma identidad que la Saga Metal, pero en aquel entonces, me era imposible no comparar una cosa con otra y ver a Burst como la copia barata de Metal. El episodio 1 de la Saga Metal me mostró a un protagonista que podía derrotar a 100 oponentes al mismo tiempo y que era buscado por toda clase de oponentes gracias a la habilidad con la que contaba. El episodio 1 de la Saga Burst me mostraba a un chiquillo inmaduro teniendo toda clase de novatas y alcanzando su primera victoria en la vida. ¿Dónde quedó lo épico? ¿Dónde quedaron los poderes apantallantes? ¿Dónde quedaron los estadios gigantes y los combatientes duros de roer?

Yo no era la única que comparaba la Saga Burst con la Saga Metal y consideraba a la primera como inferior. Durante la emisión de estos primeros capítulos, era muy fácil encontrar en Internet decenas de comentarios diciendo que “Beyblade había perdido su esencia”, que “Burst daba pena ajena”, que “su protagonista no tenía chiste”, y en general, un montón de quejas que se podían resumir en una idea: “La Saga Metal era mejor”.

Por mi parte, dejé de ver Burst desde el segundo episodio. Como la barrera del idioma no me permitía sacar conclusiones y juzgar de forma adecuada su calidad, decidí hacer lo mismo que hice con Shogun Steel: esperar.

Iba a esperar a que se hiciera un doblaje en español latino de Beyblade Burst. Si el doblaje nunca llegaba, yo simplemente me olvidaría del asunto y seguiría con mi vida normal. Y si el doblaje sí llegaba, vería los primeros capítulos para tomar mi decisión final respecto a Burst. No obstante, el rechazo inicial que le tuve a esta nueva Saga se mantuvo presente en mi interior durante al menos un año, pues incluso dejé de ver los videos de Osvaruto porque ahora su contenido sólo hablaba de Burst.

Así llegamos a junio de 2017, cuando Cartoon Network estrenó Beyblade Burst con doblaje en español latino.

Para esta época, la Saga Burst había alcanzado un estatus totalmente opuesto al que tuvo en 2016. Recordemos que Japón estaba adelantado a México por un año en cuanto a la transmisión, así que mientras nosotros los mexicanos apenas estábamos por iniciar la primera temporada, los japoneses ya estaban viendo los primeros capítulos de la segunda temporada.
Todas las críticas que Burst sufrió durante su arranque se disiparon en el transcurso de un año, al grado de que ahora muchos lo consideraban el mejor contenido animado de Beyblade desde 2002. Como es natural, me intrigaba saber qué había causado semejante giro de 180º en cuanto a la percepción de Beyblade Burst, así que esperé con cierta curiosidad su estreno en Cartoon Network. Sin embargo, no puedo negar que todavía guardaba cierta apatía gracias a los eventos pasados: el amargo final de la Saga Metal y mi primer contacto con la Saga Burst.

Durante los primeros episodios de Beyblade Burst, me podían encontrar sintiendo pena ajena por el novato protagonista, aunque también algo de ternura por su genuina pureza de corazón.

Durante los últimos episodios de Beyblade Burst, me podían encontrar ovacionándolo con intensidad, apreciándolo tanto como aprecié al protagonista de la Saga Metal cinco años atrás.

Lo admito: la Saga Burst es una joya. Sus primeras temporadas tienen un desarrollo excelente, y en general, su éxito fue tan bueno que hoy en día tiene el récord de ser la saga más longeva en la historia de Beyblade.
Vi las primeras tres temporadas de la Saga Burst en televisión, y las siguientes tres en Internet. Gracias a Burst, me di cuenta de que el Beyblade siempre formará parte de mi vida, y aunque sigo queriendo más a Metal, no puedo dejar de darle mérito a Burst por lograr mantenerme fiel a la franquicia entera durante ya más de 10 años.

EL PRESENTE

Al momento de escribir esto, grandes cambios se aproximan una vez más al mundo del Beyblade.

Tras siete años de vigencia, la Saga Burst se acerca a su final, y las señales de una cuarta saga ya han comenzado a aparecer. En 2024, la franquicia cumplirá 25 años de existir, y se sabe que habrá una gran celebración por ello.

Mientras tanto, aquí estoy yo: una fan de Beyblade desde 2011. ¿Qué ha cambiado en mi relación con el Beyblade desde que empecé a ver Burst en 2017? Ciertamente mucho ha cambiado.
Gracias a mi mayor entendimiento del inglés, a la experiencia que he adquirido moviéndome a través del Internet, y a la reflexión que conlleva el crecer y madurar, siento que he logrado asimilar mucho de la realidad que rodea al Beyblade y a mi persona.

Todavía sigo amando la Saga Metal con lo más profundo de mi corazón, y Ryuga sigue siendo mi personaje animado favorito. Todavía quiero a mi pequeño Lightning L-Drago de Hasbro como mi más grande tesoro, y en mis ratos libres, sigo jugando con él y con los otros Beyblades que poseo.

Con el salario de mi primer empleo, me compré muchos Beys Metal traídos de Japón, y ya poseo todos los L-Drago que me interesan, además del Dragooon de Sakyo, el Dragonis de Ryuto, y uno que otro Bey más. Algún día, cuando acabe mis estudios y obtenga un trabajo más estable, quisiera seguir aumentando mi colección. No planeo comprar los más de 100 Beys Metal que existen. Creo que me puedo conformar con unos 15 o 20, pero por ahora, eso no es mi prioridad.

Otra cosa que hago en mis tiempos libres es escribir. Y no me refiero sólo a escribir para Título en Proceso. Durante mis vacaciones, dedico dos días de mi semana a escribir un fanfic sobre Beyblade, enfocado en Ryuga, su L-Drago, su pasado y su futuro tras “morir” (porque Shogun Steel da a entender que Ryuga podría seguir vivo). Cuando adquiera habilidades de dibujo lo suficientemente buenas, planeo transformar el fanfic en un cómic y publicarlo en Internet.

Desde hace unos tres años, volví a seguir a OsvarutoBeysZ, y también me abrí a explorar otros canales de YouTube con contenido hispanohablante de Beyblade. GalaxyBladers, LBL y Flowbeyblade son los nombres de otros canales de Beyblade que sigo.

En esta serie de publicaciones, me han visto tirándole flores a la Saga Metal. Entonces, ¿les recomiendo verla? Siendo totalmente sincera:

NO. NO RECOMIENDO A NADIE VER LA SAGA METAL.
…Al menos, no se las recomiendo si ya han visto antes alguna de las otras dos sagas.

De forma inversa a lo ocurrido con Burst, la Saga Metal hoy en día es considerada como la peor saga de Beyblade, y si vemos las cosas con un ojo crítico, esa opinión popular tiene mucha verdad.

La franquicia de Beyblade, en cuanto a Ánime, siempre ha tenido un concepto ridículo como base: trompos mágicos con poderes. Todas las sagas se han apoyado en esa idea para sus tramas, pero la Saga Metal lo toma al extremo. Hay afirmaciones de lo más ridículas plagando el worldbuilding de la Saga Metal. Si eres un niño o no prestas mucha atención, estas afirmaciones no afectarán mucho tu disfrute de los episodios; pero si le pones su debida cantidad de atención, entonces encontrarás muy tonto lo narrado a lo largo de sus temporadas, sobre todo en la primera.
Con la Saga Original haciendo un uso excelente del límite entre la realidad y la ficción, y la Saga Burst contando con una narrativa atrapante y muy humana, el nivel de fantasía que exhibe la Saga Metal llega a ser cansina para muchos. Si tú eres alguien que no tiene problema con la fantasía exagerada, y nunca has probado las Sagas Original y Burst, entonces puedes ver la Saga Metal sin problema alguno. Pero si has visto otras sagas de Beyblade y/o esperas una narrativa de alta calidad, mejor aléjate de la Saga Metal.

Moises partiendo el Mar Rojo con un Beyblade. Así es, han leído bien: Moises partiendo el Mar Rojo con un Beyblade. Esta escena, proveniente del episodio 13 de Metal Fusion, se ha vuelto el emblema del nivel de ridiculez que la Saga Metal puede alcanzar. Es de los memes más famosos de la comunidad.

Pero si estoy perfectamente enterada de lo tonta que la Saga Metal podía llegar a ser, ¿por qué la sigo amando tanto?
Tengo dos respuestas para esa pregunta, pero explicarlas será un poco extenso.

El primer motivo es que, como mencioné antes, puedes disfrutar la Saga Metal si te haces de la vista gorda ante sus defectos. Tal vez la narrativa y el worldbuilding sean malos, pero los personajes no lo son. La Saga Metal puede presumir de personajes muy memorables e interesantes. Por mencionar a algunos: el orgulloso Kyoya Tategami, el analítico Tsubasa Otori, el genio Yu Tendo, el inspirador Kenta Yumiya, el detestable Doji, la deprimente Hikaru Hasama, el disciplinado equipo chino, el millonario Julian Konzern, el amistoso equipo Dungeon, el dedicado equipo africano… y por supuesto, el obsesivo Ryuga.
Casi todas las creaciones hechas por fans de la Saga Metal giran alrededor de sus personajes, por lo que incluso si el mundo en el que habitan es un poco ridículo, ellos no lo son. Eso sí: encuentro muy irónico el hecho de que el protagonista de la Saga Metal (Gingka Hagane) es de los personajes más detestados. Algún día hablaré de la controversia de Gingka, se los prometo.

El segundo motivo por el que sigo amando la Saga Metal es mucho más personal. A continuación, haré un repaso de todas las cosas que descubrí, aprendí o viví a través de esta serie:

- Debido a Disney XD (el canal donde se emitió la Saga Metal), me adentré al mundo de la animación más allá del contenido educativo y preescolar.
- La Saga Metal fue el primer Ánime que vi, y por él le di una oportunidad a otros Ánimes en el futuro.
- Los villanos de la Saga Metal comenzaron mi fanatismo por estudiar la psicología de cualquier personaje, y entender las distintas motivaciones que un villano puede tener.
- La búsqueda de episodios de Metal Fusion se tradujo en mi primer acceso a YouTube.
- La Saga Metal fue la primera hiperfijación que me hizo sentirme realmente triste por la soledad. Siempre fui una niña solitaria, mas creo que nunca antes me había sentido mal por ello.
- La Saga Metal me introdujo al concepto de los programas serializados y su magia, y desde ese punto, me ha costado ver programas que no sean serializados.
- También, la Saga Metal fue mi primer contacto con las series de acción y aventura hiperfantásticas: géneros que todavía llaman mucho mi atención.
- OsvarutoBeysZ (una canal de YouTube dedicado al Beyblade) me hizo saber del coleccionismo de Beyblades, y me presentó el concepto de los metajuegos.
- Mi experiencia con la espera eterna por Shogun Steel me enseñó a ser paciente para con la espera de Beyblade Burst.
- Hoy en día, mi mayor proyecto personal es un fanfic de la Saga Metal. Al paso que voy, este proyecto tendrá unos 200 capítulos cuando esté completado.

¿Necesito ser más clara?
Tal vez la Saga Metal no sea digna de ganar ningún Premio Oscar, pero el impacto que ha tenido en mi vida no se compara a otra serie animada que yo haya visto.

Luego tenemos a Ryuga, de quien ya hablé lo suficiente en esta serie de publicaciones como para dejar en claro su influencia en mí. Sin embargo, quisiera concluir hablando una última vez sobre él, enfocándome en la lección más grande que me enseñó.

Ya he mencionado cómo es que me tomó años descifrar cuál era la chispa que me hizo sentirme tan atraída a él a pesar de sus obvios defectos de personalidad. Tras superar mi luto por el peliblanco, me tomé el tiempo de analizar su historia por completo, lo que me llevó a darme cuenta de la hiperfijación que él sufría.

Al notar que Ryuga tuvo la misma obsesión que yo tenía, me dije a mí misma: “Esto tiene que parar. Ya no puedo seguir así”.
Es cierto que yo nunca me lanzaré a pelear contra un dios para defender el honor de un personaje animado, pero también es cierto que las obsesiones no son buenas. Ryuga sufrió lo que sufrió porque su hiperfijación lo encerró en una burbuja. Él nunca se dio a sí mismo la oportunidad de disfrutar lo que es una buena amistad, o de expandir sus horizontes más allá del Beyblade. No se puede negar que su entrenamiento obsesivo lo llevó a alturas inimaginables en el campo de batalla, pero al final, ¿de qué sirvió alcanzar esas alturas si “murió” a los pocos meses?

Desde que entendí todo esto, empecé a trabajar en mi persona para dejar de caer ante cualquier hiperfijación obsesiva, y de hecho, Título en Proceso es parte de esta terapia autoimpuesta. Mediante este blog, estoy sacando de mi interior todo aquello que he tenido atascado por muchos años, en un intento por deshacerme de mis hiperfijaciones, o al menos disminuirlas a un nivel más sano.

Así, agarro de Ryuga su entrega a todo lo que le interesa, pero evito su burbuja obsesiva.

Si algún día cumplo mi sueño de trabajar en un estudio de animación, quiero crear personajes que surtan en otras personas el efecto que Ryuga ha surtido en mí. Quiero crear personajes complejos, con fortalezas y debilidades, con dones y con defectos. Así, tal vez alguien que vea mis creaciones logre encariñarse con alguno de ellas, adoptar algunos de sus atributos y discernir aquellos que no son ejemplares.

Así que gracias, Ryuga. Gracias, Saga Metal. En retrospectiva, ustedes me han dado mucho de lo que soy.

Con esto acaba mi retrospectiva de la Saga Metal. Para mi próxima publicación, hablaré de varios pensamientos que rondan en mi mente acerca de la venidera película de Super Mario. Ojalá que sea de su agrado.

Por ahora me despido. Gracias por acompañarme en este recorrido por el pasado, queridos lectores. Hasta la próxima, ¡cuídense mucho y sean felices con lo que aman!

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