Nivel de conocimiento previo requerido: Bajo o medio.
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Mil dos cortometrajes. El catálogo de los Looney Tunes clásicos incluye 1002 cortometrajes, y obviamente, no todos son perfectos.
La década de 1930 fue prácticamente un curso de 10 años para que los guionistas y artistas de los Looney Tunes aprendieran cómo hacer una buena caricatura de comedia, no hallando el modo de volverse una franquicia realmente valiosa hasta 1940. Luego, para 1960, el burnout ya los había devorado por completo y eran más una franquicia zombi que otra cosa, todavía produciendo cortos durante toda la década pero ya sin la calidad que los elevó tanto durante su época dorada. Y ni siquiera dicha época dorada, que duró de 1940 a 1960 aproximadamente, está exenta de cortometrajes mediocres o pésimos.
Al final, todos somos humanos, y como tal cometemos errores. Incluso los grandes genios que le dieron forma a esta franquicia iniciaron sus carreras siendo algo menos que “grandes genios”. Y en su camino para darle forma a este legado de ya más de 90 años de antigüedad, obviamente hubieron algunos tropiezos, unos más grandes que otros.
En esta publicación, enlistaré a diez personajes (o “grupos de personajes” en algunos casos) de los Looney Tunes que, por un motivo u otro, prefiero evitar. Ojo: esto no es un top. Los personajes están ordenados de manera cronológica según su fecha de debut, así que el puesto 10 no es el personaje que más detesto ni el que menos detesto; es el último en debutar en la franquicia y ya.
Para elegir a los integrantes de esta lista, tuve en cuenta unas reglas:
- Cualquier personaje con una sola aparición queda descartado. Como cada cortometraje clásico dura un promedio de 7 u 8 minutos, los personajes episódicos tienen un ratito en pantalla muy breve como para juzgarlos adecuadamente. Eso sin mencionar que la mayoría de ellos están creados para no tener un gran impacto, así que, en cierto modo, su existencia no importa mucho que digamos. Para entrar a esta lista de personajes no-agradables, se deben tener al menos dos cortometrajes en su currículum.
- Los personajes creados específicamente para NO ser gustados quedan descartados. Hay personajes que sólo existen para antagonizar a los protagonistas, y que están diseñados a propósito para no tener ni una gota de carisma, como Dodsworth, Sam Cat, o Banty Rooster. Si estos personajes fueran válidos, la lista entera estaría llena de ellos, y eso no sería divertido ni de escribir para mí ni de leer para ustedes.
- Los personajes demasiado obvios quedan descartados. A ver: todo el fandom le tiene animosidad a Buddy, a Sniffles, a Ace y a Fritz, etcétera, así que ponerlos en esta lista y detallar el por qué no me agradan sería repetir lo que todo el mundo ya ha dicho desde hace décadas. Excluiré de esta lista a cualquier personaje que ya cargue con demasiada mala fama, para no sonar como un disco rayado.
- Esta lista se basa puramente en MI OPINIÓN PERSONAL Y SUBJETIVA. Sé que algunos de los puestos serán controversiales para unos cuantos de mis lectores, pero necesito que sepan que estaré hablando de mi propia perspectiva, y que del mismo modo en que yo respeto la de ustedes, les pido de favor que ustedes respeten la mía.
Sin más que añadir, podemos dar inicio.
1.- ROXY (1931), FLUFFY (1931) Y COOKIE (1933)
No sé por qué, pero en los treintas había una extraña obsesión por darle parejas a los personajes de caricaturas. Mickey tenía Minnie, el Gato Felix tenía a la Gata Kitty, Betty Boop tenía a Freddy, y del lado de los Looney Tunes, Bosko tenía Honey. En el caso de todas esas parejas, siempre se intentaba darle personalidades distinguibles al novio/a la novia del protagonista, para que no parecieran simplemente puestos para rellenar espacio en pantalla.
Pero por supuesto, había quienes les ponían pareja a sus personajes principales sólo porque sí, o sólo porque eso hacía la competencia. Así, tenemos que cuando los Looney Tunes introdujeron a Foxy, le pusieron de novia a Roxy; cuando introdujeron a Piggy, le pusieron de novia a Fluffy; y cuando introdujeron a Buddy, le pusieron de novia a Cookie. ¿Y qué tienen en común estas tres señoritas? Que tienen tanta personalidad como un palo de madera.
Dibujo oficial de Roxy para un anuncio. |
Piggy y Fluffy divirtiéndose durante un paseo en barco. |
Hoja de modelo de Cookie. |
Roxy, Fluffy y Cookie sólo sirvieron para que sus respectivos protagonistas no anduvieran solos. A diferencia de las novias de Bosko y Goopy Geer (otro personaje de los primeros años de los Looney Tunes), quienes sí tenían un carisma real, estas tres chicas existían nomás para añadirle una voz femenina a los cortos musicales o para ser damiselas en apuros.
Por ser prácticamente un elemento ambiental de fondo, en vez de personajes reales, Roxy, Fluffy y Cookie son parte de esta lista.
2.- BEANS Y SU GRUPO DE AMIGOS (1935. INTERPRETACIÓN DE JACK KING)
Después del enorme fracaso que fue Buddy como “protagonista” y “personaje insignia” de los Looney Tunes, Friz Freleng creó a un cast enteramente nuevo como reemplazo. Este cast era liderado por el irreverente Beans el Gato, e incluía también a las gemelas Ham y Ex, al engreído Oliver Búho, a la temerosa Little Kitty, y al tartamudo Porky Pig. El grupo de personajes fue mucho más exitoso que Buddy, así que se le trasladó a la posición de “personajes insignia”.
Arte conceptual de Beans y sus amigos, incluyendo a un personaje que jamás fue usado: Tommy la Tortuga. |
El problema fue que, en aquel entonces, Freleng era el director secundario de los Looney Tunes, encargado de los cortometrajes que no incluyeran a las insignias. Cuando Beans y compañía se volvieron insignias, su manejo se pasó al director principal: Jack King, un exitoso director que ya había tenido unos cuantos logros en Disney. King no era un mal director… pero su estilo tan armonioso no encajaba con los estándares tan alocados de los Looney Tunes. Por eso, cuando Freleng le pasó sus personajes a King, la verdad es que los echó a perder.
Beans perdió su irreverencia, y todos sus colegas fueron infantilizados o convertidos en versiones demasiado tiernas como para funcionar en el contexto de los LT. Los cortometrajes de Beans y compañía acabaron siendo altamente aburridos y sosos, producto de un cast arruinado bajo el mando de un director que no sabía muy bien lo que estaba haciendo.
Así, por abandonar las cualidades que los lanzaron a la categoría de “insignias” justo al momento de ascender a ese rango, Beans y su grupo de amigos son parte de esta lista.
3.- LOS DOS CACHORROS CURIOSOS (1939)
La historia del mítico director Chuck Jones en los Looney Tunes es una de las más interesantes en toda la Era Clásica de la franquicia. Similar a Jack King, el señor Jones llegó al equipo teniendo una mentalidad muy Disney; pero a diferencia de King, Jones mostró un potencial más apto para LT debido a su breve tiempo como pupilo del maestro Tex Avery. Pero aún así, a Jones le tomó varios años de prueba y error salirse de su mentalidad Disney y aprender cómo se hacía un buen Looney Tune.
En esos años de prueba y error, Jones creó a varios personajes decepcionantes: Sniffles y Bookworm, el Gato Conrad, Inki y el Ave Minah, Pygmy la Hormiga… Pero para no llenar esta lista de personajes experimentales de Jones, decidí tomar sólo a dos, los cuales ocupan este puesto y el siguiente.
Los Dos Cachorros Curiosos son, como dice su nombre, un par de perritos sin nombre, cuya personalidad es… pues… la de un par de perritos, y ya. Miren: Jones se volvió director en noviembre de 1938, y los Cachorros debutaron en enero de 1939. Para aquel entonces, Jones estaba al 100% de su “mentalidad Disney”, ¿y qué sería más “Disney” que un par de perritos teniendo aventuras callejeras y adorables?
Los Dos Cachorros Curiosos. |
El problema con los Cachorros es que, igual que con la interpretación de Beans según King, no logran ser ni lo suficientemente adorables ni lo suficientemente tiernos. Están atascados en un punto medio donde, por falta de una identidad certera, acaban sintiéndose sosos. Y no es que el arquetipo de “un perrito adorable” no pueda funcionar en los LT, porque el mismo Jones revisitaría la idea doce años después con el personaje del Cachorro Frisky, en una época donde ya se había desecho de su “mentalidad Disney”, y ese personaje sí le salió bien.
Por ser el obvio fruto de un director novato que todavía no sabía cómo hacer comedia pero que aun así se lanzó a la creación de Looney Tunes, los Dos Cachorros Curiosos son parte de esta lista.
4.- LOS TRES OSOS (1944)
Seguimos con los experimentos de Chuck Jones, ahora saltando a una época donde él ya sabía qué estaba haciendo mal… pero todavía no estaba seguro de lo que estaba haciendo bien. En este punto, Jones ya había captado que los personajes que encajaban en los LT eran los alocados y violentos, así que su trabajo ahora estaba enfocado en hallar qué tan alocados y qué tan violentos debían ser.
Siguiendo las ideas de su mentor, Jones trató de hacer una parodia del cuento de Ricitos de Oro y los Tres Osos, esta vez cambiando a Ricitos de Oro por Bugs Bunny, y convirtiendo a los Tres Osos en una familia extraña y disfuncional. Y si me lo preguntan a mí… Jones no le supo tantear a la violencia aquí, porque decir que los Tres Osos son sólo “disfuncionales” se queda corto.
Los Tres Osos: papá oso, el “bebé” oso, y mamá osa. |
Primero, el papá oso es un alma torturada por las idioteces de su hijo, además de que carga con notorios problemas de control de ira. Segundo, la mamá osa es inexpresiva y casi indiferente, casi como si quisiera ignorar los pleitos de su familia con la esperanza de que desaparezcan solos. Tercero, el bebé oso es ingenuo e infantil, pero como tiene el cuerpo y la voz de un adulto, se siente más como alguna clase de enfermo mental que finge ser un niño para justificar sus acciones tan molestas. Mezclen a estos tres personajes, y tenemos que cada cortometraje suyo se siente más como una tortura que como una comedia.
Por parecer un antecedente a las torturas que Calamardo sufriría en las peores temporadas de Bob Esponja, los Tres Osos son parte de esta lista.
5.- SILVESTRE Y PIOLÍN (1947)
¡Wow, alto ahí, todos ustedes! ¡Antes de que me ataquen con esas antorchas y esos trinches, escuchen lo que tengo que decir! Silvestre y Piolín no me desagradan como personajes individuales, ¡pero vaya que me hartan cuando los ponemos juntos como enemigos!
Piolín y Silvestre. |
Para quienes no lo sepan, Piolín fue creado en 1942 por Bob Clampett, y Silvestre fue creado en 1945 por Friz Freleng. Ambos personajes existían por separado y tenían sus propias aventuras, con Piolín enfrentándose a otros gatos y Silvestre lidiando con otros pájaros. No fue hasta 1947 que a Freleng se le ocurrió juntar a su gato con el canario de Clampett en un cortometraje, a ver qué pasaba… y como ese cortometraje acabó ganándose un Premio Oscar, Freleng decidió juntar a ambos personajes de por vida. Esa decisión fue la que, en mi opinión, terminó matando a los personajes.
Y es que, antes de juntarse con Piolín, Silvestre era mucho más que un “lindo gatito” obsesionado con comerse al canarito; e igualmente, antes de juntarse con Silvestre, Piolín era mucho más que un canarito adorable e indefenso. Me da igual que su primer cortometraje conjunto haya ganado un Oscar, porque a partir de ahí, la fórmula comenzó a encarecerse en vez de perfeccionarse. Y ya ni hablemos de la Abuelita y de Héctor el Bulldog, quienes sólo llegaron para dejar más indefenso a Piolín y más embobado a Silvestre. Honestamente, yo prefiero 1000 veces más los cortos de Silvestre y Piolín previos a su unión, y siento que los cortos posteriores a su unión fueron más un detrimento mutuo que una relación simbiótica.
Así, por flanderizarse mutuamente desde el momento en que se les puso en un mismo cortometraje, el dúo específico de Silvestre y Piolín es parte de esta lista.
6.- MAC Y TOSH (1954. INTERPRETACIONES DE FRELENG Y MCKIMSON)
Si algo nos enseñaron Beans y sus amigos, fue que no cualquier director puede manejar a cualquier personaje. No importa qué tan exitoso sea un artista, es imposible que se pueda acomodar a absolutamente todos los estilos narrativos que existen. Por eso, no me sorprende saber que, cuando Bob Clampett y Arthur Davis le cedieron dos de sus personajes a Friz Freleng y Robert McKimson, ellos no los hayan sabido manejar.
Mac y Tosh debutaron en 1947, pero con la salida de Clampett y Davis del equipo de producción (en 1947 y 1949, respectivamente), las dos tuzas quedaron a manos de Freleng y McKimson. Mis quejas personales con McKimson las daré más adelante, así que por ahora, sólo diré que él fue un “continuador” y “agravador” de los problemas que Freleng inició.
Mac y Tosh. |
Lo que Freleng hizo en 1954 fue convertir a Mac y Tosh, de simples yuxtaposiciones entre una personalidad ultra elegante y unos objetivos ultra disruptivos, a una especie de estandarte del movimiento medioambientalista y anti-industrial. Las dos tuzas pasaron de darle lata a un perro igual de elegante que ellas… ¿a arruinar fábricas de alimentos por destruir su estilo de vida silvestre? ¿Por qué? ¿Desde cuándo los Looney Tunes comenzaron a ser cortometrajes educativos? ¿Qué pasó aquí?
Por perder toda su chispa a favor de un mensaje que no tenía nada que ver con ellos, Mac y Tosh son parte de esta lista.
7.- SILVESTRE JUNIOR (1950)
En la era moderna, todos siempre nos burlamos de Scrappy-Doo por cometer el crimen de atreverse a existir, al grado de que los Simpson lo parodiaron con el personaje de Poochie. Pero antes de que Poochie o Scrappy existieran, ya teníamos a Silvestre Junior pavimentándoles el camino a ellos.
Silvestre Junior. |
Junior sólo existía para dos propósitos: meter en problemas a Silvestre, o humillar a Silvestre. En una época donde el gato adulto ya estaba demasiado flanderizado y gastado por sus interacciones con el canario, la mejor idea que se le ocurrió a Robert McKimson fue darle un hijo, para así tener una nueva forma de humillarlo que no involucrara a los usuales Piolín, Héctor y Abuelita. Pero aunque Junior sólo sirva para hacer quedar mal a su padre, la forma en que los guionistas lo pusieron muestra que deseaban que nosotros lo amáramos.
Lo siento, pero si lo único que a un director se le ocurre para hacer divertido a un Looney Tune es humillarlo, yo opino que es mejor retirar a ese Looney Tune para que se vaya con la frente en alto, en vez de crearle una nueva forma de quedar en ridículo para arrastrar su nombre por el lodo. Como dije antes, Silvestre solía ser mucho más que un saco de boxeo, pero después de que se le juntara con Piolín, lo único que le quedó fue aguantarse los golpes que le lanzaran. Junior no es más que una forma nueva de lanzarle esos golpes, así que no puedo aceptarlo.
Por ser sólo un modo de extender la tortura narrativa que Silvestre llevaba sufriendo desde mucho antes, Silvestre Junior es parte de esta lista.
8.- LOS HONEY MOUSERS (1956)
Ah, sí, Robert McKimson: el “director mayor” de los LT más DECEPCIONANTE de la Era Clásica. Es bastante genial que McKimson haya permanecido en el equipo de la franquicia durante casi 40 años, pero esa genialidad pierde mucho valor cuando te das cuenta de que sólo un octavo de ese tiempo valió realmente la pena. McKimson sólo pudo aportar ideas originales a los Looney Tunes durante unos cinco o seis años, lo que no es nada comparado a los 20-25 años que los otros directores mayores pudieron dar. Y una vez que a McKimson se le acabó la creatividad, lo único que se pasó haciendo fueron plagios de los otros directores mayores, o parodias de lo que sea que estuviese de moda en aquel momento, al más puro estilo de cualquier YouTuber sin una pizca de honor.
Los Honey Mousers son una copia y una parodia de “Los Lunamieleros” (“The Honeymooners” en inglés): una sitcom creada en 1955 y que fue bastante popular en su momento, sólo que en vez de humanos en live-action, la versión de McKimson se hacía con ratones de caricatura. Y ya. Eso es todo lo que hay por saber de los Honey Mousers: son una caricatura de una sitcom popular de la época, y ya. Claro: como aquí los personajes son ratones, los problemas con los que lidian son “robar comida” o “escapar de un gato”, pero a mi parecer, eso no les quita lo insípidos.
Tres de los Honey Mousers: Ned Morton, Ralph Crumden y Alice Crumden. La cuarta integrante del grupo, que no aparece en esta imagen, es Trixie Morton: la esposa de Ned. |
Las parodias fueron una parte muy importante de los LT en la Era Clásica, pero las parodias de McKimson en particular siempre me han parecido mediocres. Hay algo que sus parodias no tienen y que las de los demás directores sí, y ese “algo” es un giro interesante. En vez de hacer algo novedoso con las producciones que referenciaba, McKimson sólo reemplazaba a los humanos originales con animalitos de caricatura, y ya.
Por su falta de originalidad y su obvio deseo de aprovecharse de las modas del momento sin aportar nada de valor, los Honey Mousers son parte de esta lista.
9.- BLACQUE JACQUE SHELLACQUE (1959)
Seguimos con el festival de fracasos de McKimson, pues en caso de que no estén llevando la cuenta, este ya es el cuarto puesto en la lista que lo pone a él como responsable. Si antes ya dijimos que McKimson no sabía cómo parodiar producciones ajenas, el caso de Blacque Jacque Shellacque nos demuestra que tampoco sabía hacer personajes originales como sus otros colegas de los LT.
Blacque Jacque Shelacque. |
Blacque Jacque es, en pocas palabras, una copia barata de Sam Bigotes: ambos tienen el mismo temperamento, la misma estatura bajita, cejas y un bigote característicos, y el mismo rol como “el rufián”. En serio: Blacque Jacque se siente como un producto de imitación hecho en China. Lo único que lo distingue de Sam es que, en vez de un bandido del Salvaje Oeste, Blacque Jacque es un montañés con acento francés. Pero si Blacque Jacque cumple exactamente el mismo papel que Sam Bigotes, ¿por qué rayos no usas a Sam Bigotes? ¿Para qué crear a un nuevo personaje, si ya tienes a uno que hace lo mismo? ¿Qué quería lograr McKimson con Blacque Jacque Shellacque? Porque si lo que quería era lucir tan creativo como sus contemporáneos por medio de un “nuevo” personaje, vaya que se dio un tiro por la culata.
Por ser un plagio barato e innecesario de una estrella animada tan consolidada, Blacque Jacque Shellacque es parte de esta lista.
10.- EL CORONEL RIMFIRE (1967)
Y de un plagio barato pasamos a otro. Para cerrar esta lista de la infamia, tenemos al Coronel Rimfire, creado por Alex Lovy, y siendo una copia indiscutible de Elmer Gruñón. Este personaje nació como el enemigo de Cool Cat, el cual se suponía que iba a ser el nuevo Bugs Bunny y la nueva insignia de la franquicia… y ya todos sabemos cómo terminó eso.
Rimfire es un personaje tan plano e insípido que, cuando él y Cool Cat acabaron en las manos de Robert McKimson, hasta él supo ver lo poco que servía, y lo eliminó de la ecuación para dejarnos sólo con Cool Cat. Y si eres un personaje tan plano que hasta McKimson está decidido a eliminarte por el bien de la franquicia, ese es un gran testamento de lo insignificante que eres.
El Coronel Rimfire. |
A diferencia de Elmer Gruñón, quien tenía una personalidad distinguible (siendo medio tonto y no tan malicioso como otros rivales de Bugs) y una vida bien desarrollada fuera de sus encuentros con el conejo (siendo un empresario millonario que a veces intenta cazar a otras criaturas), el Coronel Rimfire no tiene nada demasiado especial o divertido con lo cual hacerse valer. Si acaso, la única pizca de originalidad en él era que utilizaba un elefante mecánico como una especie de “vehículo blindado” o “tanque”. De ahí en más, este sujeto no era más que un cazador gritón que perseguía a Cool Cat por su piel, y ya.
De nuevo, por ser un plagio barato de una estrella animada tan consolidada, el Coronel Rimfire es parte de esta lista.
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Analizando un poco lo que he escrito en esta lista de personajes, me parece curioso notar lo bien que ellos señalan los problemas propios de cada época de los LT clásicos. La década de 1930 tiene tres puestos en la lista, lo que corresponde con aquello que dije al principio de que en esa década los artistas apenas estaban aprendiendo a hacer una buena caricatura animada. Luego, los Tres Osos exhiben cómo Chuck Jones estaba bastante detrás de sus colegas en la década de 1940, considerando cómo Friz Freleng estaba ganando Premios Oscar más o menos en esos años. Después, tenemos cuatro puestos representativos de la decadencia de Robert McKimson en la década de 1950. Y por último, el único puesto de la década de 1960 sólo deja en claro lo encarecida que estaba la franquicia en aquellos ayeres.
Al ver que sólo dos de los directores del periodo de 1940-1960 (Jones en su era temprana y McKimson en su era tardía) trajeron cosas malas en ese periodo, a sabiendas que hubieron ocho directores trabajando, en serio se nota lo grandiosa que fue aquella época dorada. Además, de entre los 1002 cortometrajes de LT que existen, los personajes que hemos enlistado aquí suman 70 cortometrajes a lo mucho. Eso es el equivalente al 7% del catálogo entero, por lo que creo que podemos asegurar que estos diez enlistados son, más que nada, una excepción a la norma. Incluso si son un montón de personajes mediocres o incómodos de mirar, es bastante fácil hacerlos a un lado y quedarte con un extenso catálogo de buenos cortos por mirar.
Sé que algunas de mis decisiones para esta lista podrán haber sido controversiales, así que si alguien quisiera una publicación entera describiendo con mayor detalle por qué puse a algún personaje aquí, no duden en dejarlo en los comentarios. También, si quisieran que haga una lista “opuesta” con los personajes que siento que merecen más reconocimiento, háganmelo saber sin compromiso. Sin más que decir por el momento, me despido. ¡Hasta la próxima, amables lectores, recuerden dar sus opiniones respetuosas sin miedo a la crítica!
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