domingo, 10 de noviembre de 2024

Shadow en Sonic Boom fue un desperdicio… pero no del modo en que tú crees [Parte 3 de 3]

Fandom: Sonic the Hedgehog.
Nivel de conocimiento previo requerido: Medio.
Tiempo estimado de lectura: 23 minutos.
[Link a la parte anterior]

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(ADVERTENCIA: esta publicación casi no contiene imágenes, y es un texto muy largo. Esta es una reescritura del canon de una franquicia, por lo que si no eres una persona que no disfrute del pasatiempo de la lectura o con poco tiempo libre, tal vez prefieras omitir esta publicación, o leerla por partes.)

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¿CÓMO SERÍA UN SHADOW ACTIVAMENTE VILLANESCO SEGÚN LOS CRITERIOS DE SONIC BOOM? MI PROPUESTA

Shadow es básicamente un jinete del apocalipsis, y se la ha pasado “reseteando” el mundo una y otra vez. Sí, en serio: esa es mi propuesta. Y antes de que me tachen de loca y abandonen la publicación, dejen que me explique.

Si lo analizamos, el mundo de Sonic Boom comparte muchas características con el estereotipo del mundo postapocalíptico. El planeta parece ser 90% océano, no existen grandes continentes y la tierra firme se compone de puras islas, hay una civilización antigua extinta, y muchas de las aventuras consisten en redescubrir los objetos que le pertenecían a dicha civilización y evitar que sean usados por los villanos. Ahondemos en esa civilización perdida: “Los Antiguos”.

Los Antiguos son una sociedad extinta que estaba altamente avanzada para estándares de su época. Nadie sabe exactamente cómo murieron, considerando que no eran una civilización bélica y que estaba tan desarrollada. Los dos principios de vida que caracterizaban su civilización eran el uso de múltiples gemas energéticas para alimentar sus inventos tecnológicos, y el respeto por la naturaleza y la importancia de mantener su equilibrio. Los Antiguos no eran una sola raza o nación, pues se sabe que tenían presencia en el planeta entero y que había integrantes de virtualmente cualquier especie mobiana entre sus miembros.

En el presente, lo único que sobrevive de Los Antiguos son unos cuantos edificios en ruinas, algunos robots y máquinas (unos funcionales, y otros necesitando reparaciones leves para volver a funcionar), y los cristales energéticos que utilizaban para sostenerse. La población general no sabe nada de Los Antiguos, siendo los aficionados de la arqueología los únicos que conocen su existencia.

Un libro de arqueología con información sobre Los Antiguos, incluyendo la historia de Lyric.

Inicialmente, pensé proponer que Shadow fuese una creación de Los Antiguos, una creación que se salió de control y terminó extinguiéndolos. No obstante, uno de los principios de vida de Los Antiguos era la preservación del orden natural, y siendo Shadow una abominación genética, no hay manera de que ellos lo hayan creado. Lyric es la prueba viviente de que Los Antiguos NUNCA se meterían con el orden natural, incluso si hacerlo pudiese salvar una vida.

Además, incluso si Los Antiguos sí centraban su sociedad alrededor del uso de cristales energéticos, no existe ningún cristal en su catálogo que coincida con los Poderes Caos de Shadow. Los Cristales del Caos contienen energía elemental, mientras que los poderes de Shadow se basan en energía neutra; los otros cristales (el Cristal Perdido, el Zafiro Fregosi, el Cristal Meroke, el Ragnio y el Cristal Tummel) sí contienen energía neutra, pero no tienen nada que ver con el concepto del caos, así que tampoco encajan. Y como cereza del pastel, si los poderes de Shadow se basaran en alguna de las gemas antes mencionadas, entonces cualquier persona (o robot) con acceso a ellas debería poder imitarlos. Como nadie puede imitar los Poderes Caos de Shadow incluso si tiene a la mano estas gemas, se sobreentiende que éstas no le dieron sus poderes, y por lo tanto, que Los Antiguos no fueron responsables de su creación.

Entonces, la idea de que Shadow haya sido creado por Los Antiguos queda descartada. La posibilidad de que una civilización contemporánea a Los Antiguos existiera y creara a Shadow también queda descartada, porque como dije antes, Los Antiguos eran una civilización global y bastante superior a cualquier otra en su época, así que no es posible que alguien contemporáneo y ajeno a ellos pudiera crear algo con el título de “la Forma de Vida Definitiva”.

Las únicas opciones que nos quedan es que Shadow haya sido creado ANTES de la existencia de Los Antiguos, o DESPUÉS de la existencia de Los Antiguos. Como sabemos que el mundo actual de Sonic Boom es uno postapocalíptico y que su civilización apenas está agarrando tracción, el periodo post-Antiguos queda descartado. Eso nos deja sólo con el periodo pre-Antiguos, lo que significa que Shadow es incluso más antiguo que Los Antiguos.

¿Pero cómo podemos tener la certeza de que algo existió antes de los Antiguos? Bueno: ahí es donde entran los humanos.

En Sonic Boom, el Doctor Eggman es el único humano que pudimos ver, y curiosamente, también es el único personaje que sabe que Shadow tiene un pasado malvado de muy alto rango. Ni siquiera entre los vestigios de Los Antiguos, quienes tenían miembros de todas las razas mobianas, hay rastro de que haya habido humanos cuando ellos dominaban el globo. Entonces, si no hemos visto más humanos ni en el presente ni en el pasado, ¿de dónde rayos salió Eggman? Para responder esto, le copiaré su tarea a Archie Sonic y diré que los humanos son una especie oculta y en peligro de extinción, y Eggman es el único que se ha atrevido a salir de su escondite secreto.

En los cómics de Archie Sonic, mientras los mobianos dominan la superficie, los pocos humanos que siguen existiendo viven ocultos bajo tierra, habiendo construido una ciudad con todo y clima artificial.

Al hacer de los humanos luna sociedad dominante del planeta antes de Los Antiguos, podemos explicar cómo es que Los Antiguos eran tan avanzados en primer lugar: del mismo modo en que la sociedad del presente en Sonic Boom a veces se apoya de la tecnología de Los Antiguos para prosperar, Los Antiguos se apoyaron de la tecnología humana para alzarse como una civilización dominante.
Entonces, si seguimos esta explicación, ya tenemos dos extinciones masivas en el mundo de Sonic Boom: una extinción masiva que eliminó a la mayoría de los humanos (y forzó a los pocos sobrevivientes a ocultarse en un sitio desconocido), y luego, otra extinción masiva que eliminó a la mayoría de Los Antiguos (y forzó a los pocos sobrevivientes a reiniciar la civilización desde cero).

Creo que la pregunta obvia a hacer aquí es “¿Qué o quién causó esas extinciones masivas?”. Si recuerdan lo que dije al inicio de esta sección, ya saben mi respuesta: Shadow. Mi propuesta es que Shadow fue creado por los humanos hace miles (o millones) de años, causó su extinción, miles (o millones) de años después lo volvió a hacer con Los Antiguos, y probablemente lo vuelva a hacer tarde o temprano con la civilización actual de Sonic Boom. Ese es el acto villanesco que hace que Eggman admire tanto a Shadow: un doble genocidio mundial.

Hacer de los humanos una raza extinta que creó a Shadow también explicaría de dónde salieron sus Poderes Caos: tal vez las Esmeraldas Caos no existen en el presente, pero eso no elimina la posibilidad de que hayan existido en el pasado lejano. Como dije antes, Los Antiguos alzaron su civilización a través de múltiples cristales energéticos. Esos cristales no son IGUALES a las Esmeraldas Caos, pero sí son PARECIDOS en algunos aspectos. Es posible que, si Shadow utilizó ataques energéticos para causar las extinciones, semejante nivel de radiación energética haya causado la mutación de las Esmeraldas, haciendo que cuando Los Antiguos las reencontraran miles (o millones) de años después, ya no fuesen lo que eran antes.

Cinco Cristales del Caos colocados en una de las máquinas de Lyric. Nótese su diseño tan amorfo, y tan distinto a otros cristales energéticos en esta franquicia. Mientras los otros cristales energéticos en Sonic The Hedgehog tienen un corte perfecto, estos cristales usados por Los Antiguos lucen deformes.

Con las Esmeraldas en un estado mutado, los Poderes Caos se han vuelto inaccesibles para siempre, salvo para Shadow, quien fue genéticamente diseñado para poder usarlos cuando sea que lo deseara. Por eso ni siquiera un robot como Metal Sonic puede imitar los Poderes Caos de Shadow: porque ni él ni nadie tiene acceso a los parámetros energéticos necesarios para imitar el potencial de las Esmeraldas Caos.

Con todo esto, ya le he dado una explicación a todas las peculiaridades del Shadow de Sonic Boom excepto por dos: su actitud tan contraria a las enseñanzas de María, y su obsesión con el poder como sinónimo de jerarquía. Ambos puntos se pueden responder con el mismo argumento.

Si suponemos que María no existió en este universo, eso nos diría por qué Shadow no tiene un buen código moral, además de que implicaría que Gerald nunca formó parte del Proyecto Shadow. Eso dejaría a GUN como el único involucrado, ¿y qué visualizaba GUN al financiar el Proyecto Shadow? UN ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA QUE SIRVIERA AL EJÉRCITO. Creo que no necesito dar más explicaciones al respecto: Shadow fue diseñado para verse a sí mismo como el epítome del poder, y como nunca tuvo a nadie que le enseñara valores universales, el diseño mental que le dieron acabó volcándose en contra de sus creadores.

OK, ahora sí: vamos a atar todos estos cabos en una sola historia coherente, para representar cómo visualizo yo a un Shadow villanesco y bien adaptado a las reglas de Sonic Boom. Listos o no, aquí voy:

Hace mucho tiempo, en una era que ha sido olvidada por todos y que no ha dejado vestigio alguno, el mundo era poblado igualmente por humanos y mobianos. Los humanos dominaban el lado tecno-científico de la vida, formando civilizaciones como las que nosotros conocemos en nuestra vida real. Los mobianos eran menos desarrollados, pero tenían acceso a las Esmeraldas Caos y otras fuerzas sobrenaturales, además de que varios de ellos nacían con superpoderes. De entre todas las clases de mobianos existentes, los erizos eran los más poderosos, porque podían nacer con toda clase de poderes, y porque podían usar las Esmeraldas Caos para volverse casi invencibles.

Interesado por la idea de tener acceso a esos poderes para uso propio, el organismo militar de G.U.N. creó el Proyecto Shadow: una investigación con el objetivo de crear a una especie de “super mobiano” que le fuera leal a su ejército. La criatura fue diseñada en base a la genética tan especial de los erizos, y mejorada con energía pura de las Esmeraldas Caos. Para asegurar su lealtad a cualquier orden y misión que se le diera, se le llenó la mente la criatura con un montón de ideas sin mucho sentido pero que sonaban superficialmente bien, como que su deber es eliminar amenazas de talla mayor pero dejar en paz a enemigos insignificantes (porque hay soldados de menor rango que se pueden encargar de eso), que él está actuando en favor de la justicia aunque a veces parezca que no esté siendo muy razonable (porque la justicia debe prevalecer por cualquier medio que se necesite), entre muchas otras ideas retorcidas pero disfrazadas de benevolentes.

Así, la Forma de Vida Definitiva nació, y durante años sirvió con eficiencia y eficacia a sus jefes humanos… pero un día se topó con la mitad mobiana del planeta, y todo se vino abajo. Shadow conoció a otros mobianos que, aunque no eran tan poderosos como él, sí eran más poderosos que los humanos, portando superhabilidades que sus jefes sólo podrían soñar tener. Además, al ver cómo vivían los mobianos, Shadow notaría que ellos no tenían guerras ni necesitaban superarmas biológicas para vivir en armonía. Según las ideas que le fueron implantadas a Shadow al ser creado, todo esto significaba que “los humanos representaban inferioridad e injusticia, por lo que debían ser aniquilados por la Forma de Vida Definitiva: el arma creada específicamente para detener entes de esa categoría”.

Utilizando sus Poderes Caos, Shadow reunió toda clase de gema energética que existía en el mundo. Literalmente TODO lo que pudiera encontrar y que le permitiera generar el equivalente ficticio de una bomba atómica planetaria. Shadow ejecutó una Explosión Caos de tamaño titánico en el núcleo de la civilización humana, y así, el planeta entero sufrió su primer genocidio apocalíptico. Las consecuencias serían distintas para ambas razas.

Por un lado, los poquísimos humanos que sobrevivieron comprendieron lo que habían creado y, a sabiendas de que jamás podrían detener a la Forma de Vida Definitiva, decidieron rendirse y ocultarse en algún sitio. Probablemente en el subsuelo, a una profundidad suficiente como para no ser afectados por posibles explosiones futuras; o si no, en otro planeta, lejos del ojo eternamente vigilante del erizo azabache. Este puñado de humanos sobrevivientes jamás se atrevería a volver a la tierra que alguna vez habitó, pero sí pasaría la historia de Shadow el Erizo de generación en generación.
Por otro lado, los mobianos sobrevivieron mejor debido a sus superpoderes naturales, pero aun así sufrieron una extinción parcial. Los sobrevivientes ahora tendrían vía libre para explorar el territorio anteriormente humano, interactuar con su tecnología tan avanzada, y ver en primera fila las consecuencias de manipular el orden natural de la vida.

La lección que los mobianos aprendieron de explorar las ruinas humanas fue que no deberían juguetear con la naturaleza, pero sí apoyarse de la ciencia y de la tecnología a un nivel más sano. Con el mundo recién demolido, los mobianos sobrevivientes iniciarían una nueva civilización: una que cubriera al planeta entero para asegurarse de que NADIE NUNCA intentara un chistecito como el del Proyecto Shadow otra vez.

En cuanto a Shadow… bueno… él no hizo nada. Después de eliminar a los “débiles e injustos” humanos, Shadow se volvió un arma sin propósito ni portador. Las ideas implantadas en su mente siguen ahí, pero ahora que el mundo ha sido reseteado y no hay amenazas mayores por detener, la Forma de Vida Definitiva se ha quedado sin nada que hacer. Durante los próximos milenios, el erizo azabache se la pasaría vagando por el mundo, de vez en cuando echándole un vistazo a la floreciente civilización neo-mobiana para asegurarse de que se mantuviera bajo control, pero realmente no haciendo nada de valor.

Y en cuanto a todos esos cristales energéticos que el erizo azabache usó para su Explosión Caos de tamaño familiar, el nivel de radiación energética al que fueron expuestos durante la ejecución del ataque acabó mutando, mezclando y separando sus propiedades individuales al azar. Las Esmeraldas Caos mutaron en los Cristales del Caos, la Esmeralda Maestra se volvió el Cristal Perdido, etcétera. La nueva civilización mobiana logró dar con todos estos nuevos cristales mutados durante su expansión global, protegiéndolos y utilizándolos como fuente energética. Parecía que todo saldría bien: los mobianos establecerían una nueva civilización caracterizada por su paz, y final feliz.

Y entonces llegó Lyric y echó a perder las cosas.

Sabemos que la guerra original contra Lyric terminó con una victoria para los mobianos, pero a su vez, el precio de esa guerra fue muy alto: la pacífica civilización no estaba lista para enfrentar al ejército robot de Lyric, así que hubo muchas bajas. Su sociedad entera estuvo a punto de extinguirse… y eso fue lo que sacó a Shadow del retiro. El erizo azabache pensaba que los humanos eran inferiores a los mobianos, y que los mobianos jamás caerían en los mismos problemas que los humanos, pero gracias a la guerra contra Lyric, tal parecía que no era así. Ante los ojos de Shadow, los mobianos se habían vuelto tan débiles e injustos como los humanos, así que ahora también era su turno de ser castigados.

Aprovechando que la civilización estaba debilitada por las guerras de Lyric, Shadow repitió su plan de hace miles de años: reunir TODAS las gemas energéticas del globo, y usarlas para alimentar una Explosión Caos de escala mundial. Las pocas ruinas humanas que quedaban se perdieron definitivamente con este segundo ataque, y en cuanto a la civilización mobiana… de nuevo, la historia se repitió: los pocos sobrevivientes se reunieron y reiniciaron la sociedad desde cero.

Pero para este punto, el mundo ya había sufrido dos cataclismos. La tierra firme y apta para cultivos se volvió escasísima, así que los sobrevivientes ya no podían darse el lujo de explorar ruinas y estudiar filosofías de vida antiguas. La supervivencia era la prioridad, así que los mobianos simplemente se limitaron a vagar por las pocas islas que quedaban en el mundo en busca de lugares habitables. Para cuando unas cuantas sociedades lograron estabilizarse, la civilización global que los precedió se había vuelto una mera leyenda del pasado, recibiendo el nombre de “Los Antiguos”.

Y mientras esta nueva era empezaría a florecer y asentarse, Shadow volvería a vagar por el mundo sin hacer nada importante… pero esta vez, habría un cambio. El erizo azabache caería en la cuenta de que “el mundo es naturalmente retrógrada y maligno”: cada vez que él se aseguraba de limpiar lo que él consideraba “la escoria” del planeta, una nueva “escoria” aparecía y devolvía las cosas a como estaban antes. El mundo entero era imperfecto y siempre lo sería, sin importar cuántas veces él lo reseteara. Luchar junto a los humanos no sirvió de nada, y dejar en paz a los mobianos tampoco sirvió de nada. Además, Shadow estaba solo y sin amigos, y aun así, ninguna civilización pudo confrontarlo.

Ante sus ojos, la situación era clara: las alianzas, el compañerismo y la empatía son inútiles y no llevan a nada. Lo que decide el destino del mundo es el poder, así que quien tenga el mayor poder también puede considerarse a sí mismo el rey del mundo. ¿Y quién podría ser más fuerte que la Forma de Vida Definitiva? Shadow fue creado como un soldado y un héroe para su pueblo, pero ese pueblo se había quedado MUY corto para sus estándares. Nadie nunca tuvo el derecho de darle órdenes, y nadie nunca lo tendrá. Él no es un héroe porque eso implica tener a gente que dependa de ti, tener gente que te ancle en un sitio y en una idea moral. Y nadie tiene el derecho de anclar a la Forma de Vida Definitiva en algo que no quiere, mucho menos en algo que será “inferior” por haber surgido de las necesidades y los deseos de la gente inferior a él.

Desde entonces, Shadow tomaría una decisión: seguir reseteando el mundo cada vez que se sienta harto de él, de su “inferioridad” y de su “injusticia”. El erizo azabache sabría que mantener esta rutina de destrucción tarde o temprano volvería inhabitable al planeta para cualquier mortal, pero honestamente, a estas alturas eso ya no le importa. Eso les pasa por ser tan débiles. Es el orden natural que él nació para reforzar y que está feliz de reforzar. Si los mobianos quieren llamarlo “villano”, pues allá ellos: Shadow está por encima de cualquier etiqueta que le puedan poner, y según él, inclusive les está haciendo un favor al prestarles la suficiente atención como para limpiar al mundo de sus menudencias cuando se vuelvan demasiado insoportables. ¿Y quién sabe? Tal vez, algún día, algún otro mobiano como él surja: un mobiano superior al promedio, que pueda comprender su visión y que pueda entretenerlo en vez de hartarlo. Pero mientras espera a que eso pase, Shadow sólo seguirá vagando, esperando el momento para utilizar sus talentos como la diligente arma viviente que es.

Un día, miles de años después del segundo apocalipsis, un humano solitario pero con grandes ambiciones se atrevería a salir de su escondite, deseoso por reconquistar el mundo que alguna vez fue dominado por su especie. Equipado con la tecnología de punta que siempre caracterizó a los humanos, y que la sociedad mobiana actual simplemente no tendría medio de replicar, este científico apodado “Eggman” comenzaría a dar problemas en la Isla Seaside. No obstante, sus esfuerzos serían en vano, pues un quinteto de valientes mobianos se alzaría en su contra: un quinteto conformado por un erizo azul, un zorro amarillo, un equidna rojo, una erizo rosa y una tejón marrón. Adoptando el título de “Equipo Sonic”, los cinco mobianos tendrían constantes enfrentamientos contra el Doctor Eggman.

Gracias a la inteligencia del zorro y a los dotes arqueológicos de la erizo, los héroes comenzarían a hallar ruinas de Los Antiguos en sus aventuras, y hasta aprovecharse de lo que todavía pudiera funcionar. Lo mismo pasaría con Eggman, quien podría combinar su propia tecnología con la de Los Antiguos para potenciar sus esfuerzos malvados.

Eventualmente, Shadow se toparía con la Isla Seaside durante su eterna vigilia, y con ello, conocería al Equipo Sonic y a Eggman. Mientras los héroes verían a Shadow como “un fulano poderoso pero rarito”, el villano lo identificaría de inmediato como aquel que destruyó a la civilización humana como alguna vez fue conocida, ganado partes iguales de admiración malvada y temor preventivo hacia él. Shadow iría y vendría de la Isla Seaside de vez en cuando, queriendo mantener vigilado a esos héroes que lucen cierto potencial y a ese humano que salió de la nada cuando se supone que él ya los había matado a todos. Los tres bandos se familiarizarían entre ellos, formando así la relación que les vemos tener a lo largo de todo Sonic Boom.

Para Shadow, los conflictos entre Lyric, Eggman y el Equipo Sonic se están manteniendo al límite de lo soportable. En el límite. Si una sola de esas tres entidades da un paso en falso más, entonces la Forma de Vida Definitiva tomará acción por tercera vez y volverá a limpiar el mundo, incluso a sabiendas de que puede que la vida mortal podría ya no recuperarse. Eggman probablemente sabe que Shadow está abierto a cometer un nuevo genocidio, pero también tiene la esperanza de volverse su amigo para que le perdone la vida, ignorando que Shadow lleva milenios rechazando la idea de formar alianzas y proteger a otras personas.

El Equipo Sonic, por su parte, no tiene ni la menor idea de lo que Shadow es en realidad ni de lo que es capaz de hacer. Tal vez algún día Amy descubra alguna ruina de Los Antiguos que le revele la verdad al equipo entero, y si eso pasa, no hay duda de que eso desembocará en un duelo decisivo entre ellos y el erizo azabache. Pero hasta entonces, ellos seguirán viendo a Shadow como “un simple ermitaño loco que de vez en cuando pelea contra ellos nomás porque le dieron ganas de hacerlo”, sin tener idea de que lo que en realidad tienen enfrente es a un genocida inmortal con complejo de dios y un desdén total por la vida de los mortales.

Tomando en cuenta esta reinterpretación mía del personaje de Shadow en Sonic Boom, podemos recontextualizar todas sus apariciones canónicas a lo largo de la subfranquicia:

En “El Ascenso de Lyric”, mi reinterpretación es que Shadow estaba vigilando, como siempre, al Equipo Sonic y a Eggman, logrando ver cuando los héroes se toparon con M.A.I.A. y su máquina del tiempo. Temiendo que los héroes usaran la máquina del tiempo para intentar arruinar alguno de sus previos apocalipsis, Shadow decidió pelear contra Sonic y Tails antes de que cruzaran el portal. Ante la mención de Sonic de que su objetivo con la máquina del tiempo es “salvar el mundo”, Shadow no podría evitar mofarse un poco: él ya ha interpretado el papel de héroe en el pasado, cuando trabajaba para los humanos de GUN, y sabe que el mundo no se puede salvar, mucho menos si quien lo trata de hacer es un “debilucho” como Sonic.

Cuando la pelea resulta en Shadow saltando unas semanas en el futuro por accidente, el erizo azabache logra presenciar al Equipo Sonic venciendo a Lyric. Así, descubriendo que los héroes no querían borrar sus apocalipsis pasados, y que sí pudieron vencer a la serpiente para mantener la paz global por un poco más de tiempo, Shadow se marcha sin demostrar mayor hostilidad, pero todavía riéndose un poquito de la visión tan inocente que Sonic tiene para este mundo, a sabiendas de que todo por lo que él lucha será borrado tarde o temprano.

En “El Cristal Roto”, mi reinterpretación es que Shadow ahora estaba vigilando a Lyric, sin sentirse amenazado por él ni sintiéndose interesado por detenerlo porque, de todos modos, él destruirá tarde o temprano cualquier cosa que la serpiente construya en el nombre de su concepto tan “inferior” de la justicia. Después de que el Equipo Sonic lo libera del control mental que Lyric le impuso, Shadow decide tomar venganza contra él… y al final del juego, lo logra, dejándolo caer de su propia aeronave. Como Lyric ya no vuelve a aparecer durante el resto de la franquicia después de que Shadow lo lanza al vacío, voy a asumir que la serpiente murió por la caída libre; o que si de algún modo logró sobrevivir a la caída, Shadow lo buscó y ahora sí lo mató con sus propias manos. Todo con tal de castigar a aquel que se metió con la Forma de Vida Definitiva.

En el final de la temporada 1 de la caricatura, Shadow recibió la invitación de Eggman de unirse a su equipo malévolo. El erizo azabache no acudió porque quisiera formar parte del plan: lo hizo sólo para asegurarse de que el plan no involucrara nada que rompiera sus límites de lo soportable. Tras comprobar que el plan de Eggman era de lo más superficial, Shadow decidió marcharse de la guarida para no perder más tiempo, pero se quedó en la aldea nomás para ver qué pasaba con la pelea del Equipo Eggman contra el Equipo Sonic.

Una vez que el Equipo Eggman fracasa, Shadow decide aprovechar la ocasión para probar la valía de Sonic, considerando que su victoria contra Lyric pareció señalar una pizca de superioridad en él a comparación al mobiano promedio. Tal vez, sólo tal vez, Sonic sería el primer mobiano que pudiera acercarse un poquito al estatus del erizo azabache… Pero no. Al final, Shadow acabaría decepcionado de Sonic, al grado de considerarlo incluso inferior a otros erizos que pudo conocer en el pasado. Sin embargo, la constante presencia e interrupción de Eggman en el duelo acabaría hartando a Shadow, por lo que el erizo azabache preferiría marcharse, no sin antes advertirle al héroe azul que su tiempo ya está corriendo.

Por último, en el final de la temporada 2, Shadow fue engañado por Eggman con el objetivo de recolectar datos suyos. Inicialmente, tras descubrir el engaño, la idea del erizo azabache es darle al doctor el mismo tratamiento que le dio antes a Lyric. Pero cuando el engaño se transforma en un ataque directo a su persona, Shadow siente que esta civilización ya ha cruzado el límite, y aprovechando que el ataque de Eggman involucraba la manipulación del espacio-tiempo, decide traer el apocalipsis de manera diferente en esta ocasión: dañando la fábrica de la realidad lo suficiente como para que un clima tempestuoso los mate a todos.

Al final, este intento de apocalipsis falla porque el Equipo Sonic logra cerrar la brecha interdimensional que Shadow estaba aprovechando. El erizo azabache se frustra con su primer cataclismo fallido en la historia, pero al mismo tiempo, semejante hazaña ha vuelto a demostrar que el Equipo Sonic es más excepcional de lo que aparenta, así que por ahora, esa esperanza de haberse topado con alguien menos inferior al promedio le ha concedido a esta civilización un poco más de tiempo. Pero sólo un poco. Incluso si Shadow se siente curioso por el potencial del Equipo Sonic, el hecho de que hayan podido frenar una de sus extinciones prueba que se han vuelto una amenaza.

Si la subfranquicia de Sonic Boom no hubiese sido cancelada, podríamos haber hecho que Shadow fuera su villano final, aunque teniendo un pequeño giro: para vencerlo, no hay que enfrentarlo con violencia. Si hay algo que el canon nos ha enseñado y que esta versión de la historia ha reforzado, es que a Shadow no se le puede ganar peleando. El único modo de detener a la Forma de Vida Definitiva es convencerla de que ella misma se detenga. Pero como aquí nunca hubo una María que sentara bases morales para Shadow, los héroes tendrán que sentar esas bases ahora o nunca. ¿Pero acaso Sonic y sus aliados podrían entender esto a tiempo? ¿Podrían entender que, si siguen dando una pelea física, sólo conseguirían irritar más a Shadow? ¿Podrían entender que la clave para detener su genocidio no es lanzarle puñetazos, sino darle razones para valorar la vida aunque sea imperfecta? Ese sería el conflicto principal en mi hipotético final de Sonic Boom.

¡Y con eso hemos terminado!

Espero que esa narrativa que desarrolle les haya agradado. Como mencioné en mi publicación del segundo aniversario, estoy intentando especializar mis estudios en la rama de la narrativa y la creación de personajes, así que quise hacer un pequeño experimento con esta publicación al reinventar una historia preexistente a mi modo. No duden en comentar lo que les ha parecido esta historia que he creado para Shadow en Sonic Boom, pues me ayudaría mucho para mejorar.

Mi objetivo inicial con esta serie de publicaciones era demostrar que no hay nada de malo con intentar volver a Shadow un villano. En la época en la que Sonic Boom estaba vigente, no era difícil encontrar gente que creía que esa era una mala subfranquicia por el simple hecho de “ser diferente”, pero yo siempre creí que su problema era “tener diferencias poco desarrolladas”. El Shadow de Sonic Boom no era deficiente por ser malvado: era deficiente por no tener justificaciones para su malicia. Al darle un pasado coherente, siento que todos sus problemas se pueden resolver… o al menos esa es mi visión.

Sin más por añadir, me despido. ¡Hasta la próxima, queridos lectores, cuídense y no tengan miedo a expandir sus ideas más allá de lo usual!