domingo, 9 de febrero de 2025

“Negaduck”: cómo SÍ crear un spin-off de Darkwing Duck, explicado a un nivel autista de detalle [PARTE 3 de 3]

Fandom: Darkwing Duck.
Nivel de conocimiento previo requerido: Medio o alto.
Tiempo estimado de lectura: 25 minutos.
[Link a la Parte 2 aquí]

CAPÍTULO 8 – FINAL: “PAN COMIDO”

Harold nos explica con más detalle cómo llegamos a esta situación (por mucho que a Negapato no le interese).

El club estaba buscando a un nuevo miembro que le devolviera la inspiración de cometer maldades; sin embargo, la idea NO era que Negapato fuera ese nuevo miembro. Después de estarlo observando en secreto por un tiempo, se determinó que él era demasiado agresivo para su gusto, así que comenzaron las labores para crear una copia suya que fuera más manejable.

¿Se acuerdan que, en el capítulo 5, la Doctora Doozi creó una sombra 3D de Negapato y la embotelló? Pues bien: a través de esa sombra 3D, la científica loca ha intentado copiar la esencia misma de Negapato. Creando un cuerpo robótico, Doozi introdujo en él la sombra 3D, y luego alimentó su inteligencia artificial con grabaciones de la ola de crímenes que organizó y ejecutó en el capítulo 7.

Meca-Negapato ha sido concebido como un clon perfecto de la mente maligna de Negapato, pero como es un robot, también está limitado a actuar sólo como Harold se lo comande, por lo que puede mantener bajo control su nivel de agresión natural. De hecho, como ejemplo de las capacidades de planeación de Meca-Nega (lo voy a llamar así desde este punto para abreviar), Harold revela que la trampa actual en la que nuestro protagonista está encerrado fue idea suya.

En fin: con Negapato encerrado, el club ya no tiene motivos para seguir perdiendo tiempo en la playa. Meca-Nega recibe la orden de trazar un nuevo crimen, y responde que pueden asaltar el yate de un grupo de millonarios que no está muy lejos de su locación actual. La marea empieza a subir, lo que significa que Negapato morirá ahogado a menos que logre escapar de algún modo. El club se marcha en su submarino, y con eso, nuestro protagonista se queda varando y solo.

El club de villanos dejando encerrado, varado y solo a Negapato.
Por si alguno de ustedes se quedó con las ganas de ver el diseño de Meca-Nega en mi publicación anterior, lo pueden ver en la segunda viñeta de esta página.

Sin embargo, lejos de lo que Harold y su club podrían haber imaginado, lo primero que Negapato hace, una vez no hay nadie para verlo, es proclamar que Meca-Nega definitivamente NO tiene una copia perfecta de su mente malvada, y lo demuestra escapando de la jaula en DOS MINUTOS. Tal parece que el clon metálico olvidó el pequeñísimo detalle de que EL SUELO DE UNA PLAYA ESTÁ HECHO DE ARENA, por lo que basta con cavar un agujero para escapar de la jaula. Ahora, a Negapato sólo le falta atravesar 19,000km de agua salada sin un vehículo para ejecutar su venganza: conociéndolo, será pan comido.

Para fortuna de nuestro protagonista, parece que alguien del club de villanos no ha estado de acuerdo con la idea de traicionarlo: el halcón que conocimos en el capítulo 5. Volando sobre la isla, el ave notó que el club no se llevó todos sus medios de transporte, de seguro porque creyeron que Negapato se ahogaría sin remedio. El zepelín se quedó ahí estacionado como si nada, por lo que nuestro protagonista lo toma para huir de la isla.

...

No me tendrán dando muchos comentarios en el capítulo 8. Como esta es la gran culminación de un gran arco para un gran cómic, no hay mucho que pueda decir que no sea “¡Cuánto amo esta cosa! ¡Quiero más, por favor!”, y eso ya lo dije mucho en comentarios anteriores.

Entonces, por ahora sólo añadiré una pequeña aclaración: puede que alguno de ustedes crea que el suelo de arena y el zepelín estacionado han sido guionazos para facilitarle a huida a Negapato, pero no lo son. Para no dar spoilers, sólo diré que hay un motivo razonable para que Negapato haya tenido un escape tan sencillo, el cual descubrirán pronto. Continuemos.

...

En su vuelo de regreso a San Canario, Negapato se topa con el club de los villanos a punto de comenzar su asalto al yate, así que decide apagar los motores y activar el camuflaje para verlos fracasar, pues según él, nadie en ese grupo podría lograr nada sin él. Lo bueno es que tiene razón, porque nadie toma en serio a la banda de criminales con sus genéricas órdenes de “pongan el dinero en la bolsa”. Lo malo es que tiene razón, porque cuando Meca-Nega entra en escena, su mera apariencia tan similar a la del Negapato provoca que los asaltados en serio se asusten y entreguen sus fortunas.

Tal parece que, aunque la inteligencia artificial de Meca-Nega sea imperfecta, su apariencia es más que suficiente para orillar a los demás a hacer lo que él diga… y Negapato odia eso, porque significa que alguien más está lucrando con su imagen. El vuelo de regreso a San Canario es de unas 18 horas según los cálculos de nuestro villano emplumado: tiempo más que suficiente para trazar en su mente las bases de un infalible plan de venganza.

Dos días después, el club de villanos está celebrando en su guarida una imparable racha de crímenes, cortesía de la artificial mente de Meca-Nega. En eso, Doozi y el robot llegan alarmados, declarando que la policía internacional ha dado con la guarida y está a tan solo 10 minutos de arrestarlos a todos. Sin tiempo suficiente para escapar u organizar un contraataque eficiente, a Harold sólo se le ocurre pedirle a Meca-Nega que piense en algo. No obstante, algo en el patobot no está bien.

Un dato que omití a propósito en el resumen es que, cuando Meca-Nega recibe una orden, necesita unos cuantos segundos para computarla y generar una respuesta. Además, cuando está computando, sus mecanismos internos hacen un ruidito similar a un tecleo.

Sin embargo, en esta escena en la que Harold le ha dado una nueva orden, el patobot ha dado una respuesta inmediata (en vez de requerir unos segundos) y no ha emitido su característico sonido de tecleo. Algo en su funcionamiento no está yendo como debería, pero nadie en el club lo nota debido al pánico súbito al que han sido sometidos.

Meca-Nega computa su respuesta final: activar el proyector dimensional que vimos en el capítulo 6 y esconderse en otro universo hasta que sea seguro regresar.

De este modo, el club entero de villanos hace una fila y salta dentro de la bóveda… sin notar otro foco rojo en el comportamiento del patobot. Y es que, si recuerdan bien, Harold nos dijo en el capítulo 6 que NINGUNO de los villanos en el club es capaz de utilizar el proyector dimensional a su favor, y es por eso que están atrapados en la Dimensión Primaria. Entonces, si nadie puede usar el proyector, ¿por qué Meca-Nega les ha ordenado a todos que brinquen a su interior a ciegas?

Los fans más entregados de esta franquicia de seguro ya han se conocer la respuesta, considerando que el proyector misteriosamente ha dejado de lucir como un proyector, y ahora se ve como un enorme pastel

Meca-Nega organizando el escape hacia el "proyector" dimensional. Nótese que Harold se muestra algo escéptico en la viñeta final.

...

¡Pues por fin tenemos una señal de que el autor ha hecho su tarea! ¡Nadie usa ESE PASTEL ESPECÍFICO para historias multidimensionales de DWD a menos que conozca el canon a detalle!

Si eres un fan real de la franquicia, sabes perfectamente lo que ESE PASTEL significa… y si no lo sabes, hazte el favor de ver el episodio “Life, the Negaverse, and Everything” antes de seguir leyendo esto. En el comienzo de la publicación dije que necesitabas cierto conocimiento previo para disfrutarla, así que no me detendré a explicar un dato tan básico.

...

Los 10 minutos que Meca-Nega calculó se están agotando, y los últimos villanos en la fila (Terence y Harold) alcanzan su turno para huir. Sin embargo, Harold nota que, a pesar de que supuestamente “ya casi no les queda tiempo”, no hay ni un solo ruidito que indique que hay un pelotón de policías acercándose a su locación. Terence empieza a hacer un berrinchito diciendo que no se quiere ir, así que no salta al portal por mucho que el patobot le indique que debe hacerlo.

Y aquí, Meca-Nega da una tercera muestra de que no está funcionando como debería: cuando su paciencia se agota con Terence, lo agarra y lo lanza de una patada al portal, con toda la agresión natural que se supone que debería tener inhibida. Es con esto que Harold por fin capta que algo no anda bien, por lo que la verdad es revelada: ese no es Meca-Mega. Lo que hemos tenido enfrente durante toda la última escena ha sido Negapato usando la carcasa metálica del patobot como un disfraz.

Resulta que, después de una visita rápida a San Canario para darle los toques finales a su plan, nuestro villano tomó la misma ruta que aprendió con la invitación (el subterráneo y el bote) para volver a la isla-guarida, pues el dirigible hubiera sido demasiado vistoso. Ya en la isla, Negapato esperó a que La Nube saliera al exterior para capturarlo y quitarle su supertraje emana-gas. Con la nube perpetua cubriéndolo, nadie sospechó de su identidad real, por lo que pudo entrar a la guarida como si nada. Así, nuestro protagonista pudo acceder al laboratorio de la Doctora Doozi y transformar en chatarra a Meca-Nega mientras estaba apagado y recargándose. Pan comido.

Durante la parada rápida que hizo en San Canario, Negapato revisó el metraje de seguridad del zepelín, en busca de alguna pista que le pudiera ayudar con su venganza. Topándose con un momento en el que Wyatt el Susurrador le dijo algo inentendible, nuestro protagonista alteró el audio para comprenderlo. Lo que Wyatt le dijo fue que Meca-Nega ni siquiera funciona: la Doctora Doozi controla lo que dice con una tableta digital, lo que explica por qué su plan para deshacerse de Negapato no fue perfecto.

Entonces, sabiendo que Meca-Nega nunca fue una amenaza real, Negapato pudo lanzarse a destruirlo sin mucho cuidado. Cuando Doozi descubrió a su maquinita arruinada, nuestro villano emplumado pudo someterla en un instante debido a la sorpresa inicial. Con la (forzada) ayuda de la científica, Negapato llevó su icónico portal-pastel a la guarida y lo instaló en la bóveda.

Con la carcasa de Meca-Nega lista para ser usada de disfraz, el nuevo portal instalado, y cero sospechas del resto del club sobre lo que estaba sucediendo, Negapato puso en marcha su plan: fingir una situación de emergencia y ordenarles a todos que se largaran de inmediato, aprovechando que todo el mundo respetaba al “magnífico” Meca-Nega.

Negapato explicando los detalles de su plan de venganza. En la primera viñeta, tenemos el video de seguridad editado que permite escuchar lo que Wyatt el Susurrador dice; y en la segunda viñeta, tenemos a Negapato forzando a Doozi a colaborar en su plan.

Se le acabó la fiesta a Harold: con una última insinuación de que no los extrañará ni a él ni al resto del club, nuestro protagonista lo manda por el resto de sus días al literal basurero que es el Negaverso. Los únicos que quedan son Negapato, el halcón y Wyatt, con esos últimos dos ganándose el derecho a quedarse por haber permanecido leales a nuestro protagonista durante toda esta aventura.

Con semejante desenlace, Negapato se da cuenta de algo: AHORA TIENE TODO LO QUE UN VILLANO DE SU CATEGORÍA PODRÍA PEDIR. El halcón es una asombrosa mascota malvada que puede servirle de espía y mensajero. Wyatt es un secuaz callado que nunca le dará lata y siempre se entera de los secretos más jugosos antes que nadie. La mejor guarida secreta en el multiverso ahora está bajo su control total (¡y eso incluye el órgano para tocar sus melodías malvadas favoritas! ¡Hurra!). Los inventos que Doozi dejó atrás siguen ahí, aguardando ser utilizados por una mente criminal mayor de lo que ella jamás fue.

Negapato husmeando en el (ahora abandonado) laboratorio de Doozi, y topándose con todos los inventos malvados que dejó atrás.

Esta podría ser la mejor posición en la que Negapato se ha encontrado durante los más de 30 años en que la franquicia ha existido. Todo lo que queda pendiente es GOZARLA… pero eso tendrá que esperar a las futuras entregas de DWD Dynamite. Por ahora, este ha sido el…

FIN

...

Tengo dos opiniones respecto a este final: una mala y una buena.

Iniciando con la mala, me veo en la necesidad de reiterar que el modo en que Negapato trata al Negaverso es poco coherente respecto al canon. Una cosa es no mostrar mucho interés como vimos en el capítulo 6, y una muy diferente es tirar en su interior a toda la gente que le cae mal como vimos en este capítulo 8.

Lo dije antes y lo diré ahora: por mucho que el Negaverso sea un basurero, a Negapato le gusta. Ese basurero representa lo que él quiere hacer con todo el multiverso, y también es el hogar de la poca gente que de verdad lo aprecia. Lanzar al club de los villanos a ese lugar con la esperanza de que se pudran ahí por el resto de la eternidad es comportamiento OOC a más no poder. Si Negapato detesta tanto al club, ¿por qué los está soltando en un lugar tan perfectamente moldeado a su imagen?

El único modo en que yo vería aceptable esta resolución sería que tuviéramos todo un arco más donde veamos a Harold y el club iniciando una guerra civil en el Negaverso contra Negapato y sus colegas, pero en vista de que la saga de Negaduck fue cancelada tras el capítulo 8, ya no hay nada que podamos hacer al respecto. Negapato ha contaminado su propio paraíso, y eso va en contra de sus principios en el canon, pero nos debemos aguantar.

En el episodio "Life, the Negaverse and Everything", lo primero que Negapato hace después de que Darkwing entre al Negaverso es regañar a los Cuatro Temibles por haberlo mandado ahí en primer lugar.
Tal y como él mismo lo expresa durante el episodio entero, el Negaverso es el paraíso privado de Negapato, y por eso no quiere que nadie indigno acceda a él y lo estropee. Es por eso que lo que sucede en este cómic está tan mal planteado.

Sin embargo, no dejemos que esa mala decisión narrativa opaque la buena decisión narrativa del final: la nueva guarida y compañía de nuestro protagonista.

Lo que tenemos al finalizar esta saga es al mayor supervillano del multiverso, ahora equipado con la mejor guarida malvada del multiverso. Negapato se acaba de convertir en uno de los peligros más enormes que hemos visto en esta franquicia entera, superado sólo por Pathulu (“F.O.W.L. Disposition”) en mi humilde opinión. Jeff Parker le ha dejado una excelente plantilla lista a quien va a reemplazarlo en la silla del escritor en un futuro.

Y no sólo es la guarida: la compañía con la que Negapato se ha quedado en este cómic tal vez está a la altura de sus compañeros del Negaverso en el canon, y ahora les explicaré por qué.

Sin contar esta saga, Negapato ha liderado tres grupos distintos:
– Los Cinco Temibles: la banda original de Negapato, altamente eficiente pero también altamente disfuncional. Si bien este quinteto representó el mayor peligro jamás visto en la serie animada, la actitud tan violenta de Negapato terminó en una traición mutua entre él y el resto del equipo.
– El Nega-cast: Nega-McQuack y la familia Nega-Muddlefoot, todos habitantes nativos del Negaverso y, por tanto, con una inclinación natural por la violencia, igual que el propio Negapato. No es un grupo tan poderoso como los Cinco Temibles, pero lo que les falta en potencia les sobra en lealtad, siendo 100% fieles a Negapato.
– Los prisioneros de San Canario: el 99% de los villanos existentes de la franquicia. Si bien es difícil discernir la eficiencia del grupo, considerando que su aparición se manejó en un estilo de “
boss rush”, lo que sí podemos calcular es su grado de lealtad. Los prisioneros de San Canario sí eran leales a Negapato, pero sólo por conveniencia. Digamos que están en un punto medio entre los dos grupos anteriores.

Es curioso notar cómo Negapato no suele estar buscando fuerza bruta en un equipo, sino sólo lealtad incondicional, considerando que el grupo con el que mejor se llevó también fue el menos peligroso de los tres, y viceversa. Sin embargo, tras pensarlo un poco, tiene bastante lógica. Negapato ya es un desastre natural con patas por sí solo, así que tener a un equipo altamente destructivo sería como querer mejorar algo inmejorable.

Pero al mismo tiempo, Negapato tampoco es más que un fulano que no puede estar en más de un sitio a la vez. Por eso su preferencia está en la gente obediente: porque así puede tener ojos y oídos confiables extra con los cuales cubrir más terreno.

El halcón y Wyatt el Susurrador son un excelente equipo para Negapato porque los dos estaban bien enterados del plan de Harold y Doozi, sabían que Meca-Nega era un líder mucho más manejable y agradable, y aun así prefirieron quedarse del lado del villano emplumado real. Eso demuestra lealtad, por lo que ambos ya tienen la cualidad principal que Negapato suele buscar en un buen aliado. También tenemos el factor ‘utilidad’, pues aunque ni el halcón ni Wyatt sean grandes peleadores, vaya que sí pueden servir como informantes o espías sigilosos.

Otro detalle que el halcón y Wyatt tienen a su favor es que son callados y tranquilos. Si hacemos memoria del episodio animado ‘Just Us Justice Ducks Part 2’, es curioso notar que la primera señal de discordia entre Negapato y los Cuatro Temibles fue una escena donde él los regañó por ser muy ruidosos. El silencio es oro para Negapato, y como Wyatt sólo se comunica con susurros y el halcón no puede hablar, será muy difícil que alguno de los dos le incomode.

De verdad tengo MUCHAS expectativas para el futuro de Negapato tras el final de su saga de cómics. Ahora que sabemos que Dynamite Entertainment seguirá creando cómics de DWD, estaré esperando al menos un arco continuando este asunto (una vez que se termine el arco de las historias de origen), y no me iré del todo satisfecha si no lo recibimos.

En fin: salvo mis quejas respecto al Negaverso, el arco final de Negaduck me ha parecido excelente. Le doy una calificación de 9/10. Con eso, hemos concluido todas las sagas originales de DWD Dynamite, y quedamos en espera de su saga del reinicio de 2025.

...

LA CENSURA: ¿EL ENEMIGO SILENCIOSO DE ESTOS CÓMICS?

Como han visto, mi calificación al arco del club de los villanos ha sido casi perfecto. Tal vez crean, amables lectores, que ese punto que le faltó a la historia para ser un 10/10 se debió al mal manejo del Negaverso, pues ese fue el único error mayor que señalé en todas mis opiniones. Pero aunque no niego que ese detalle le robó al arco unos cuantos puntitos, hubo otra cosa que también logró quitarme una parte del disfrute.

Y es que cuando publiqué mi opinión original de los primeros cómics en febrero-marzo de 2024, hubo cierta frasecita que dije al hablar de Negaduck y que, por desgracia, tuvo que cumplirse: “si no veo una motosierra, no me iré satisfecha”. En efecto: Negaduck tuvo 8 capítulos, y en ninguno vimos a nuestro malvado protagonista tener una motosierra ni en pintura.

Pero antes de que a alguien piense que estoy siendo quisquillosa en exceso, dejen que me explique, pues la ausencia de la motosierra es sólo un pequeñísimo síntoma del enorme cáncer afectando a toda la franquicia de DWD Dynamite.

Hace mucho, cuando hice las reseñas originales de febrero, uno de mis mayores comentarios negativos fue que a Darkwing todo le salía bien casi sin dificultad alguna. Había demasiados factores a su favor que evitaban incluso la más pequeña dificultad en su camino.

¿El Doctor Bushroot está atacando una escuela? ¡No hay problema, porque DW convenientemente tiene un arma que seca sus plantas mutantes! ¿Nogood está controlando la mente de Gosalyn? ¡No hay problema, porque es liberada con sólo decirle una frase de tipo ‘te quiero mucho, hija’! ¿Merduck ha secuestrado a McQuack y está por retar a un combate submarino a DW? ¡No hay problema, porque DW lanza una red de pesca que inmoviliza a Merduck en un segundo, y McQuack es salvado del secuestro en menos de un minuto!

Si lees los cómics en sí, en vez de limitarte a mis resúmenes, en poco tiempo notarás que DWD Dynamite carece de peleas o dificultades. Tú como lector todavía no procesas la situación cuando el cómic ya la está resolviendo. La historia se siente muy “vainilla”, como si quisieran aparentar que el mundo de DWD está hecho de caramelos y arcoíris. Y como ya vimos, esta tendencia continuó a la novena potencia en Justice Ducks.

El espíritu ‘anti-conflicto’ es tan grande que NI SIQUIERA NOS DEJAN VER LOS ARRESTOS DE LOS VILLANOS. Siempre que los Patos Justicieros están por confrontar a los villanos, la viñeta siguiente los pone ya derrotados junto con un recuadro de texto que dice ‘unos minutos después, nuestros héroes han ganado’, lo que significa que la pelea fue LITERALMENTE CENSURADA. ¿No me creen? Aquí tienen las pruebas:

    

  
Ahí lo tienen: TRES instancias en las que las peleas son censuradas, dejando en su lugar un cuadro de texto que dice algo en plan "nuestros héroes pelearon y ganaron sin complicaciones".

Con todos los factores que he mencionado hasta ahora, en algún punto de mis sesiones de lectura comencé a sospechar que este no era sólo un problema de escritores poco aptos, sino también de los altos mandos comandándolos a escribir de maneras poco interesantes.

Luego llegó Negaduck, y mis sospechas prácticamente se confirmaron.

No me malinterpreten: amé la saga de Negapato, y ustedes ya lo vieron en mi opinión general… pero nunca dejé de sentir que algo faltaba. Me encantó que su lado inventivo y estratégico fuese puesto al frente y al centro… pero no me gustó que se abandonara su lado más combativo y agresivo. Lo más cercano a eso que tuvimos fue el arranque de ira en el capítulo 4 y la patada a Terence en el capítulo 8. ¿Los dos fueron buenos momentos? Claro que sí. ¿Podrían haber sido mejores? Absolutamente, y se los puedo demostrar con una pequeña reescritura a la que no tuve que ponerle ni media hora de esfuerzo mental:

CAPÍTULO 4: ESCENA DEL ARRANQUE DE IRA
Después de convertir en ‘oro sólido’ a Bulba, a sus secuaces y a los Cuatro Temibles, podemos hacer que Negapato se burle de ellos por su desgracia. Para darles el golpe final, él puede sacar un martillo caricaturescamente grande, con la intención de demoler sus cuerpos y así estar seguro de que no le volverán a darle lata nunca más… sólo para toparse con que, al golpear al Bulba ‘solidificado’, la delgada capa de pirita se rompe y deja libre al villano como si nada.

Negapato usando un martillo caricaturescamente grande en otra saga de cómics, la cual es canónica. Si antes pudimos tener algo así, ¿por qué no podríamos tenerlo ahora?

Desde ahí, la historia se puede retomar tal y como ya está. Con ese cambio, hemos reemplazado su momento de compasión OOC por una muestra de violencia de caricatura apta para toda la familia y que va acorde al personaje.

CAPÍTULO 8: ESCENA DEL ESCAPE AL NEGAVERSO
Aquí tengo dos ideas, así que las anotaré a ambas y dejaré que cada uno de ustedes elija cuál le parece mejor.

Opción 1: Después de que Terence es echado al Negaverso a patadas, podemos hacer que Negapato tenga una pequeña pelea mano a mano contra Harold, para decidir se una vez por todas el destino del club. Negapato gana, y le deja escoger a Harold si quiere vivir encerrado para siempre en el Negaverso, o si prefiere ser rebanado en cachitos por su motosierra. Harold obviamente elije la primera opción.

Opción 2: Negapato no revela su identidad real hasta que todos (incluyéndolo a él) han entrado al Negaverso. Una vez ahí, reta al club a sobrevivir a una pelea contra él en semejante entorno distópico, añadiendo que dejará salir a todo aquel que logre derrotarlo. Tras un montaje, todos en el club admiten que no pueden contra la naturaleza tan siniestra del Negaverso y sus habitantes, por lo que se rinden y aceptan su destino.

Negapato poniéndose físicamente violento y usando su motosierra en otro cómic canónico. Repito: si pudimos tener esto antes, ¿por qué no podemos tenerlo ahora?

Ahora bien: no he venido sin prever objeciones. Estoy segura de que al menos una persona aquí estará preguntándose “¿Alguien por favor quiere pensar en los niños?” al leer mis sugerencias por el uso de martillos gigantes y motosierras en un cómic family-friendly (nótese la ironía en mis palabras). Como vine prevenida, aquí les dejo, a modo de contraargumento, algunas cosas que vimos en el canon de DWD en años anteriores a los cómics de Dynamite Entertainment:

– VIOLENCIA DE CARICATURA, al estilo de los Looney Tunes. Explosiones no-letales de dinamita, armas de la vida real con interacciones para nada reales, y slapstick clásico.

Un ejemplo de violencia de caricatura en la serie original: Taurus Bulba aplanando a Darkwing con sólo sus manos.

– COMEDIA GRIS, a veces apuntando a negra. Lo que más destaca en esta categoría, según mi opinión, son las referencias humorísticas a los padecimientos mentales. ¿Cómo olvidar aquella vez en la que un personaje casi se avienta de un puente porque le estaba yendo fatal en su nuevo trabajo? (Para los curiosos, eso ocurre en el episodio “Days of Blunder”)

Un ejemplo de comedia gris (apuntando a negra) en la serie original: la antes mencionada escena del personaje a punto de lanzarse de un puente.

– AMENAZAS DE MUERTE, esta vez sin el factor cómico. Taurus Bulba y Negapato eran los reyes en esta categoría, pero otros villanos también podían entrarle al jueguito si se les provocaba lo suficiente.

Un ejemplo de una amenaza de muerte no-cómica en la serie original: Darkwing, McQuack y el Agente Blunt acorralados por varios criminales armados.

– REPRESENTACIONES REALISTAS DE PADECIMIENTOS MENTALES, de nuevo, sin el factor cómico. Puedo destacar los momentos donde los traumas de DW salen a flote, y desde luego, el famosísimo suicidio implícito de Quackerjack en los cómics de Boom! Studios.

Un ejemplo de un padecimiento mental no-cómico en la serie original: Drake teniendo un breve episodio de depresión después de un reencuentro con sus bullies de su infancia.

– PROBLEMAS SOCIALES, incluyendo avaricia corporativa, el desempleo y la quiebra de PyMEs, la corrupción en instituciones gubernamentales, entre otros. Ninguno de esos temas es tratado con un espíritu de sermón o aleccionamiento, pero sí los tenemos presentes como parte de ciertas tramas.

Un ejemplo de un problema social en la serie original: dos científicos corruptos adulando a su jefe para que él les aumente el presupuesto injustamente.

– LA SOLEDAD, EL ABANDONO Y EL RECHAZO, que juntos conforman el pilar temático de la franquicia entera. Si le quitamos los “adornos” y lo dejamos en su concepto más básico, Darkwing Duck habla de un montón de gente rara lidiando con lo que la sociedad considera “normal” y/o “aceptable”, unos de formas sanas y otros de formas dañinas.

Un ejemplo de gente socialmente inadaptada encontrando consuelo en la serie original: Gosalyn (una niña hiperactiva) y Darkwing (un friki) conociéndose y agarrando confianza mutua.

Como podrán entender, no se trata de que le pongamos a los cómics una etiqueta de “+18” ni que cubramos la mitad de las viñetas con sangre y tripas. Se trata de que tomemos a esta franquicia de acción y superhéroes como una verdadera franquicia de acción y superhéroes. Se trata de que dejemos a los personajes tener conflictos reales porque sus bases están en conflictos muy reales. Se trata de que la historia se sienta viva, recordando que la vida tiene aspectos positivos y negativos por igual.

Tengo la enorme sospecha de que Disney está censurando a la franquicia de Darkwing Duck en un intento de volverla tan family-friendly como sea posible. Sin embargo, la compañía está cometiendo dos errores garrafales con esta decisión. El primer error es confundir “para toda la familia” con “para niños”, olvidando que DWD es una franquicia para toda la familia (o sea: que debe entretener tanto a niños como a adultos). El segundo error es querer anular tantas bases conceptuales de la franquicia (porque ‘no son aptas para niños’), arruinando así su espíritu real.

Al eliminar cualquier seña de situaciones problemáticas en favor de un exagerado estatus family-friendly, los escritores fueron forzados a tomar malas decisiones narrativas. Algunos fueron más capaces que otros para ocultar las restricciones, lo que explica por qué DWD Dynamite y Justice Ducks fueron tan malos, y por qué Negaduck tuvo que diluir tanto el espíritu del personaje.

La solución a este problema es sencilla: Disney debe bajarle dos rayitas a su actitud sobreprotectora y dejar que Darkwing Duck sea Darkwing Duck. Si lo que la compañía teme es que estos cómics sobre animales antropomórficos de caricatura traumaticen a sus lectores o algo así, me parece que estamos hablando más de ‘paranoia’ que de ‘precaución’.

No hay nada de malo en que Darkwing tenga grandes desventajas al pelear, ni en que los Patos Justicieros sean un equipo defectuoso pero comprometido, ni en que Negapato se ponga agresivo (mientras no cause ningún daño demasiado gráfico); y la misma franquicia ya lo ha demostrado en el pasado. Dejemos que los escritores hagan su trabajo. Su ética profesional debería ser más que suficiente para asegurar que las historias a las que darán vida irán acordes con su público objetivo. La censura excesiva no es necesaria, y mucho menos es disfrutable. Dejemos que Darkwing Duck sea Darkwing Duck.

CALIFICACIONES Y CONCLUSIONES FINALES

Rejuntando mis opiniones de toda la franquicia de DWD Dynamite hasta ahora, estas son mis calificaciones finales a cada arco y cada saga por separado:

DWD DYNAMITE (SAGA ORIGINAL)
- Arco de introducción: 5/10
- Arco del Doctor Nogood: 2.5/10
- Arco de Merduck: 3/10
– Promedio final: 3.5/10

JUSTICE DUCKS
­– Calificación final: 2.5/10

NEGADUCK
- Arco del Guante de Midas: 7.5/10
- Arco del club de villanos: 9/10
– Promedio final: 8.3/10

CALIFICACIÓN PROMEDIO FINAL: 4.8/10

¿Saben qué es lo único que salvó a DWD Dynamite y a Justice Ducks de tener calificaciones totalmente nulas? Los dibujos. Por mucho que queramos juzgar las malas decisiones narrativas, no podemos dejar que eso demerite el trabajo de los dibujantes y coloristas de viñetas. Así que démosles las gracias a Carlo Lauro y a Ciro Cangialosi por su trabajo en estas tres sagas de cómics. Ojalá que sigan encontrando trabajo en otras franquicias de cómics y reciban una remuneración justa por su sobresaliente talento.

En cuanto a los escritores (Amanda Deibert, Roger Langridge y Jeff Parker), quiero dejar bien claro que mis quejas sobre sus trabajos no representan mi opinión sobre sus personas. No tengo nada en contra de ellos, y mis opiniones de sus escritos no deben tomarse como un ataque. Más bien, también les deseo mucha suerte en cualquier otro proyecto al que se aventuren en el futuro. Ojalá que logren encontrar una historia donde sus estilos narrativos sean los más adecuados, y donde reciban el respeto que merecen de sus superiores por su creatividad.

La saga del reinicio de DWD Dynamite comienza en este mismo 12 de febrero de 2025, y nos hablará de los primeros días de Darkwing como superhéroe. El nuevo escritor para el reinicio se ha confirmado como fan veterano de la franquicia, y se tiene la sospecha de que el mismísimo Tad Stones lo guiará como consultor narrativo. Visto de manera superficial, todo aparenta que por fin tendremos a un cast competente de guionistas, pero no nos durmamos en nuestros laureles.

Si mi teoría de la censura de Disney es correcta, no sabemos qué tendrá más poder: la presencia de Stones en el equipo para mantener firme el sello de la franquicia, o la voluntad de los corporativos que quieren sanitizar la trama a niveles insanos. Será una batalla por ver quién tiene el control de Darkwing Duck, así que esperemos que los ganadores sean los creativos.

Sin más que añadir por el momento, me despido. Espero que esta review a nivel autista de detalle haya sido de su agrado. ¡Hasta la próxima, valientes lectores, no olviden entrar en acción cada vez que vean una necesidad frente a ustedes!