domingo, 9 de marzo de 2025

Top 20 cortometrajes de los Looney Tunes de mi infancia [PARTE 1 de 2]

Fandom: Looney Tunes.
Nivel de conocimiento previo requerido: Bajo.
Tiempo estimado de lectura: 21 minutos.
[Link a la Parte 2 ya disponible aquí]

A estas alturas, teniendo más de 10 publicaciones dedicadas a los Looney Tunes en este blog, supongo que no necesito darles más introducciones sobre lo mucho que me gustan sus cortometrajes clásicos.

Desde que era niña, estas eran de las animaciones que me atraían más de entre lo que tenía disponible. En una época donde no tenía televisión por cable y sólo podía ver los canales de televisión abierta, las películas y los shows compilatorios de los Looney Tunes fueron mi pan de cada día durante un tiempo. De hecho, todavía les tengo especial cariño a algunos de ellos: “La Película de Bugs Bunny y el Correcaminos”, “El show de Porky Pig” y “El show del Correcaminos”.

No obstante, como yo dependía de aquellas compilaciones para ver Looney Tunes, mi catálogo de cortometrajes no era tan grande. En aquel entonces, yo no tenía Internet ni entendía inglés, y no tienen idea de lo mucho que eso recorta las opciones disponibles. La Karen infante nunca conoció a Bosko, Buddy o Beans; tampoco pudo disfrutar de los cortometrajes en blanco y negro; no supo de la existencia de los Once Censurados; ni conoció las obras del maestro Tex Avery. Esas viejas compilaciones sólo tenían un puñado de los cortometrajes de la era dorada y la era oscura de los Looney Tunes, que estoy segura que no sumaban ni 200 en conjunto. Eso es menos de 1/5 del catálogo completo.

En esta publicación, me verán enlistar a los 20 cortometrajes clásicos de los Looney Tunes que conocí desde una edad temprana y que se han quedado en mi mente desde entonces. Como estos son cortometrajes ampliamente emitidos en televisión, estoy segura de que al menos uno de ustedes podrá recordar al menos uno de este decálogo de enlistados. ¡No duden en comentar si algunas de mis menciones les desbloquean alguna memoria! Sin más que añadir (excepto que esta es mi OPINIÓN PERSONAL y SUBJETIVA), podemos iniciar.

MENCIONES HONORÍFICAS

PUESTO 30: “8 Ball Bunny”
El primero de MUCHOS cortometrajes de Bugs Bunny que veremos en esta lista, y desde ya tenemos a un titán de la franquicia. También, una de las poquísimas veces en las que el conejo salió perdiendo, y la única en la que su derrota ocurrió por mano propia (en vez de un rival siendo más astuto que él). Bugs se propone devolver a Playboy Penguin a su hogar, pero no le da la oportunidad a Playboy de decirle en dónde está su hogar, lo que lo lleva a dar un viaje innecesario y muy peligroso hacia el Polo Sur.

Bugs conociendo a Playboy Penguin.


PUESTO 29: “Bugs’ Bonnets”
Se dice que la ropa con la que te vistes puede afectar levemente tu personalidad. ¿Qué pasaría si lleváramos ese efecto al extremo, y bastara con ponerle un sombrerito a alguien para cambiar su actitud por completo? Pues esa es la premisa de este cortometraje entero: ver cómo se transforma la relación entre Bugs y Elmer cada vez que uno de los dos se pone un sombrero distinto.

Elmer con la personalidad cambiada por traer un sombrero de almirante.

 

PUESTO 28: “Bowery Bugs”
En mi opinión, este es uno de los cortos más infravalorados de Bugs Bunny, y también uno de los que mejor representan el peligro andante que el conejo puede ser cuando se lo propone. En esta ocasión, un rufián intenta cortarle la pata a Bugs para hacerse con un amuleto de buena suerte, y él responde guiando al rufián por una serie de búsquedas sin sentido por otros amuletos, poco a poco construyendo una de sus estratagemas más potentes en la era clásica de los Looney Tunes.

El rufián a punto de cortarle las patas a un Bugs Bunny totalmente despreocupado, de seguro porque ya está planeando el modo de voltearle la tortilla.


PUESTO 27: “Duck Dodgers In The 24½th Century”
Muchos me querrán matar por dejar este legendario cortometraje fuera del top 10, y no los culpo. Si este fuera un top basado en mi opinión actual y mi apreciación artística presente, este corto estaría cuando menos en el top 15. Pero como estamos hablando de la opinión de la Karen infante, me temo que hasta aquí se quedará. En este corto, Lucas es un explorador espacial futurista al que se le ha pedido colonizar un planeta para minar sus recursos, pero su incompetencia entorpece la misión a niveles cómicamente imposibles.

Lucas, en el rol de 'Pato Dodgers', declarando que no hay mejor explorador espacial que él... antes de notar que se ha lanzado al vacío para hacer su declaración más dramática.

 

PUESTO 26: “Hillbilly Hare”
El número musical final. Ese número musical final es la ÚNICA razón por la que este cortometraje ha podido meterse en las menciones honoríficas. Todo lo demás del corto me parece increíblemente promedio (y hasta algo aburrido), pero ese bendito número musical del final es inmaculado, ya sea que lo veas en inglés o en español.

Un fotograma del número musical final, donde Bugs canta una canción cuya letra incita a los campesinos a maltratarse solos.


PUESTO 25: “Show Biz Bugs”
¿Qué puedo decir de este cortometraje que no se haya dicho ya en otros medios? Esta es una de las competencias ‘Bugs vs. Lucas’ más conocidas y apreciadas en todo el catálogo clásico de los Looney Tunes. Simplemente, un corto mítico. Puntos extra por la escena final, con Lucas haciendo un riesgoso acto suicida para ganarse el aprecio del público.

Bugs y Lucas dando un show conjunto. Adivinen quién de los dos se lleva más aplausos...


PUESTO 24: “Beanstalk Bunny”
Nuestro segundo encuentro seguido entre Bugs y Lucas en este top. Ojalá ese sea un buen indicativo de lo que veremos fuera de las menciones honoríficas. La única razón por la que tengo este corto por encima de “Show Biz Bugs” es el chiste de la cubierta de cristal: uno de los pocos recuerdos intactos que tengo de mi infancia fue morirme de la risa la primera vez que lo vi.

Un fotograma del antes mencionado 'chiste de la cubierta de cristal'. Para entender dónde está la gracia, tendrás que buscar el cortometraje por tu cuenta para hallar el contexto.


PUESTO 23: “Hopalong Casualty”
En general, casi todos los cortometrajes de Wile E. Coyote y el Correcaminos son indistinguibles el uno del otro. Como tienen la misma premisa y sólo cambian los chistes, es fácil perderse y no saber cuál corto es cuál. Pero de entre las poquísimas trampas fallidas de Wile que tengo bien memorizadas, puedo destacar la trampa del final de este cortometraje: las Píldoras Terremoto.

Wile armando la antes mencionada trampa de las Píldoras Terremoto. Mis sinceras condolencias si todavía no has visto esa escena una sola vez en tu vida.

 

PUESTO 22: “Rabbit Rampage”
Sí, sí, ya sé que este cortometraje es un reciclaje de otro cortometraje. Pero como el corto original era una obra maestra, resulta que hasta su copia es muy buena. Y no se preocupen: el corto original que fue plagiado aquí estará más adelante en este top.

Bugs mirando con mala cara al animador estropeando su cortometraje, tras haberle quitado el pincel con el que estaba pintando tonterías.

 

PUESTO 21: Los cortometrajes de Bugs Bunny y Wile E. Coyote
Agrupo aquí todas las apariciones conjuntas de Bugs y Wile porque, si las metiera en el top 20, acabarían devorando ¼ de los puestos y quitándole la oportunidad de brillar a cortometrajes más únicos. Pero en serio: AMO la pentalogía de Bugs y Wile. Se la recomiendo a cualquier persona que todavía no la haya visto.

Un fotograma de un típico enfrentamiento entre Wile y Bugs.


Y AHORA SÍ… MI TOP 20 DE CORTOMETRAJES FAVORITOS DE LOS LOONEY TUNES QUE CONOCÍ EN MI INFANCIA

PUESTO 20: “Golden Yeggs” / “El Pato de los Huevos de Oro” (Freleng, 1950)

Carta de título del cortometraje.

Apenas estamos en el puesto 20, y ya me siento súper nostálgica y súper alegre con tan solo escribir el título de este cortometraje. “Golden Yeggs” nunca ha sido un corto especialmente popular ni nada que se le parezca, pero para mí, su premisa es excelente.

En esta ocasión, vemos a Lucas tomando el crédito por haber puesto un huevo de oro, crédito que en realidad le pertenece a un ganso de plumaje dorado. Al inicio, Lucas acepta con orgullo los elogios y reconocimientos que le llueven por ser una máquina de dinero con patas, llegando incluso a aparecer en la portada de una revista de celebridades y millonarios.

Pero cuando la noticia de “el pato que pone huevos de oro” llega a oídos de Rocky y su banda de delincuentes, Lucas se ve obligado a afrontar las consecuencias de su mentirita: si no pone un huevo de oro para los criminales en cinco minutos, Rocky lo matará.

Lucas siendo aclamado por el granero debido a su supuesto 'don' para poner huevos de oro.

Son dos mis chistes favoritos de este cortometraje. El primero está en la escena en la que Lucas es tomado a la fuerza por Rocky. Al inicio, parece que la pandilla delictiva ha ido a la granja para negociar el precio de Lucas en son de paz, pero cuando Porky dice que no quiere venderlo, un cambio rápido de escena lo muestra lleno de moretes y diciendo que “sus palabras lo convencieron de venderlo”.

El segundo chiste es la secuencia entera de los cinco minutos que Lucas tiene para poner un huevo de oro. En cuanto el pato es dejado solo para que ponga el huevo, obviamente él intenta escapar del lugar, con todos sus intentos fallando miserablemente. Por cada intento de escape fallido, Rocky le quita un minuto de tiempo, y es gracioso ver cómo el criminal aparece mágicamente en cada sitio al que Lucas va únicamente para decirle cuánto tiempo le queda.

Lucas siendo atrapado por Rocky a medio escape, diciéndole que sólo le queda un minuto para poner un huevo o afrontar las consecuencias.

En general, este no es un cortometraje histórico ni nada parecido. Sólo está repleto de chistes muy sólidos, y eso me basta para considerarlo un grandioso Looney Tune.

 

PUESTO 19: “A Hound for Trouble” / “La Comida Italiana” (Jones, 1951)

Carta de título del cortometraje.

De entre los muchos personajes de los Looney Tunes que no son considerados como “insignias”, el Perro Charlie es de mis favoritos. Me agrada ver cómo un animal usualmente representado como “el siempre leal mejor amigo del hombre” es convertido en todo lo opuesto con este personaje: Charlie es convenenciero, desleal y egocéntrico. Él se ve a sí mismo como la octava Maravilla del Mundo, así que cuando la gente le dice que no lo quiere de mascota, es incapaz de comprenderlo.

En “A Hound for Trouble”, Charlie va a parar a Italia y decide forzarse a sí mismo como la mascota de un cocinero local, viendo que ahí nunca le faltará comida. El perro se pasa al restaurante como si ya fuera su casa, y aunque el cocinero le insiste por todos los medios posibles que no lo quiere de mascota, Charlie actúa como un sordo que no quiere oír.

Charlie entrando al restaurante italiano como si ya fuera su hogar asegurado.

Para probar su valía, Charlie trata de todo: cocinar (usando sus patas traseras para aplastar uvas y así preparar “vino”), atender a un cliente (sin ser rápido y directo a la hora de darle el menú), y hasta dar un show en vivo que atraiga a más clientes (cantando con un falsísimo acento italiano una canción llena de estereotipos que es más insultante que atrayente). Finalmente, y como es común en los cortometrajes de Charlie, el cocinero se cansa de pedirle amablemente que se largue, y aplica una cruel estratagema para que se aleje de él para siempre. Es un final malo para Charlie, pero visto de cierto modo, él se lo buscó.

Mi parte favorita de este cortometraje es, sin duda, el show en vivo de Charlie. Aunque su canción sea una parodia a la cultura italiana, nosotros como espectadores podemos saber que los escritores no la hicieron con malas intenciones. Además, ese disfraz que Charlie se pone y la expresión de su cara me parecen de lo más cómicos.

Charlie dando su show en vivo que nadie le pidió.


PUESTO 18: “Feline Frame-Up” / “Trampa Felina” (Jones, 1954)

Carta de título del cortometraje.

Vamos con otra de mis estrellas secundarias favoritas de los Looney Tunes: el Gato Claude. No tienen idea de lo mucho que me costó elegir un solo cortometraje de este gato amarillo para meter en el top, porque casi todas sus apariciones son grandiosas a mi parecer. El elegido fue “Feline Frame-Up” porque, además de Claude, tenemos a otras dos estrellas secundarias protagonizando este mini-crossover: Marco Antonio el Bulldog y Pussyfoot la Gatita.

La premisa de este cortometraje es simple: Claude está siendo un cretino como siempre… sólo que como se está metiendo con Pussyfoot, Marco Antonio siempre aparece para vengarla. Cansado de que el bulldog le arruine la diversión, Claude logra engañar a su dueño para que lo eche de la casa. Con Marco Antonio fuera de la casa, el gato amarillo por fin tiene vía libre para molestar a Pussyfoot… o eso cree, porque de algún modo, el bulldog es lo suficientemente mañoso como para seguir vengándose de Claude aunque esté afuera de la casa.

Marco Antonio a punto de golpear a Claude en la cara.

El cortometraje pronto se vuelve un duelo de voluntades, donde no sabemos quién aguantará más tiempo: Claude soportando los ataques externos de Marco Antonio (con tal de seguir molestando a Pussyfoot), o Marco Antonio atacando a distancia a Claude sin parar (aunque eso le aumente más el tiempo de castigo afuera de la casa). Ese estira-y-afloja entre Claude y Marco Antonio es, en mi opinión, lo que sostiene tan bien este cortometraje: la primera vez que lo ves, es difícil predecir quién cederá primero. Como el resultado final no es obvio, es más fácil que te deje enganchado como espectador.

Claude burlándose de Marco Antonio por ser echado de la casa.

Si a alguno de ustedes le interesa que hable más del Gato Claude en un futuro, puede hacérmelo saber en los comentarios, porque como dije antes, él está entre mis personajes secundarios favoritos de los Looney Tunes. Tal vez incluso entra en mi top 5. Desde este punto, la lista consistirá casi exclusivamente de cortometrajes de Bugs o Lucas, así que démosle una cálida despedida a Claude, Charlie y a otros personajes no-insignia en general antes de proseguir.

 

PUESTO 17: “Rhapsody Rabbit” / “El Gran Concierto” (Freleng, 1946) & “Baton Bunny” / “El Conejo de la Batuta” (Jones y Levitow, 1959)

Tenemos en nuestro primer empate del top a dos cortometrajes 100% centrados en la música.

Carta de título de "Rhapsody Rabbit".

“Rhapsody Rabbit” es una de las muchas obras maestras de Friz Freleng, quien era conocido por su talento para sincronizar sus chistes con la música de fondo. En este cortometraje, Bugs Bunny es un músico interpretando la Rapsodia Húngara #2 (del compositor Franz Liszt) en un concierto, a pesar de la constante interferencia de un ratón que vive dentro del piano. El cortometraje es casi mudo, con Bugs teniendo menos de cuatro diálogos en toda su extensión. Entonces, la mayoría de los chistes se centran en ver las formas tan alocadas en las que el conejo toca el piano, con la música fluyendo casi sin ningún corte de por medio.

Un Bugs pianista dando su concierto, mientras el ratón observa e intenta unirse a la diversión.

“Rhapsody Rabbit” es un cortometraje polémico, pues muchos especulan que Freleng plagió un cortometraje de Tom y Jerry para crearlo, mientras que otros creen que fueron los artistas de Tom y Jerry los que plagiaron a Freleng. Pero la Karen infante no tenía idea de esa controversia (y a la Karen actual no le importa mucho): para ella, la música está bonita y los chistes son buenos, así que eso basta.

Carta de título de "Baton Bunny".

En cuanto a “Batton Bunny”, la idea es básicamente la misma que en “Rhapsody Rabbit”, sólo que aquí Bugs es un director de orquesta en vez de un pianista, y la molestia a vencer es una mosca en vez de un ratón. La melodía interpretada también es diferente, pues ahora somos deleitados con Mañana, Tarde y Noche en Viena (del compositor Franz von Suppé).

Bugs a punto de dirigir a su orquesta.

Uno de los factores que más influencian mi percepción de un Looney Tune es la calidad de sus números musicales. Me cuesta creer que estas dos joyitas se han quedado en un puesto tan bajo del top, pero las dejo con el consuelo de que cualquier número musical que tengamos más adelante será igual o mejor que este par. También, si alguien quisiera que le dedique una publicación entera a esta dupla de cortos musicales, puede comentarlo sin problemas, porque yo estoy más que dispuesta a hacerlo.

 

PUESTO 16: “Barbary-Coast Bunny” / “El Conejo de la Costa Bárbara” (Jones, 1956)

Carta de título del cortometraje.

Damas y caballeros: les presento a uno de los mayores exponentes en el género de “el guion está descaradamente a favor de Bugs Bunny, y esa es la mejor parte”. Aquí Bugs no gana por ser más astuto ni nada que se le parezca. Más bien, pareciera que la mano de Dios lo ha tocado, porque no hay otro modo de explicar el tamaño de la racha que se avienta en menos de siete minutos.

Todo comienza cuando, en un viaje hacia San Francisco, nuestro conejo se topa con una pepita de oro gigante, pero no logra disfrutarla ni un minuto porque Nasty Canasta aparece y se la roba. Desde luego, Bugs Bunny promete que las cosas no se quedarán así.

Bugs topándose con la pepita gigante, y quedándose helado al verla.

Seis meses después, nos topamos con que Canasta se ha financiado un club de apuestas y juegos de azar con la pepita gigante que le robó a Bugs. Mientras el rufián prepara la inauguración del local (dándoles los toques finales a sus máquinas truqueadas y a sus barajas manipuladas), Bugs aparece, haciéndose pasar por un joven e inocente turista.

Fingiendo estupidez, Bugs se deja convencer por Canasta a probar todos sus juegos de azar manipulados. Desde luego, el rufián cree que este “tonto viajero” será una presa fácil para sus estafas, pero pronto se topa con que la suerte está a favor de dicho viajero a niveles imposibles. Mientras tanto, gracias a que Bugs está ganando todos los juegos de Canasta, poco a poco recupera el valor en efectivo de aquella pepita que se le fue robada seis meses atrás.

Un Bugs disfrazado recuperando su pepita (aunque ahora convertida en efectivo), con Nasty Canasta rogándole que la apueste (para él volvérsela a robar).

Como dije antes, lo que más gracia me causa de este cortometraje es que Bugs gana sin hacer absolutamente nada. No es que el conejo logre ver dónde están los trucos de cada juego de azar: es que el azar está a su favor de un modo imposible. Pero aunque sea tan obvio que el guion está a su favor, cada chiste individual está tan bien ejecutado que en ningún momento te incomoda verlos. Este es otro de los grandes clásicos del conejo que yo considero infravalorados.

 

PUESTO 15: “What's Opera, Doc?” / “¿Qué es ‘Ópera’, Viejo?” (Jones, 1957)

Carta de título del cortometraje.

OK, sé que muchos de ustedes querrán masacrarme en este momento, y muchos otros querrán dejar de leer por haber dejado en el mísero puesto 15 a “What’s Opera, Doc?”. No obstante, antes de explicar el motivo de esta colocación, quiero asegurarme de que todos los lectores estén en la misma página. Si alguno de ustedes no identifica cuál es este cortometraje sólo por el título, estoy segura de que la siguiente imagen bastará para ponerlos en contexto:

Bugs y Elmer, disfrazados, siguiendo la clásica rutina de 'el conejo disfrazándose de mujer para coquetear con el cazador', sólo que, en esta ocasión, están bailando como en una ópera.

Así es: este es el cortometraje que transforma la típica cacería de ‘Bugs vs Elmer’ en una épica nórdica. Muchos consideran a este cortometraje como la obra maestra definitiva de Chuck Jones, y como el Looney Tune más grandioso de la historia. Sin embargo, aunque yo también le tengo un enorme aprecio a “What’s Opera, Doc?” como la enorme obra de arte que es, no puedo ponerlo más arriba porque de niña no podía ver el trasfondo que tenía por detrás.

Por mucho que me encanten los diálogos cantados de este cortometraje, y por mucho que su número musical/dancístico sea tan bello, su comedia se queda bastante atrás en mi opinión. Los chistes son buenos, pero son expuestos a un ritmo bastante más lento que en el Looney Tune promedio para darle más tiempo al drama musical. Entonces, como los chistes son menos y tienen un ritmo más lento, la Karen de hace 15 años simplemente no le tenía tanto apego a “What’s Opera, Doc?”.

Bugs, disfrazado de mujer, montando a un caballo obeso. Esta escena es de las más icónicas del cortometraje.

Si este fuera un top basado en mi criterio actual, no duden que “What’s Opera, Doc?” habría quedado, como mínimo, en el top 5. Ese ritmo más lento y dramático que de niña me aburría se ha vuelto uno de mis aspectos favoritos de este cortometraje en el presente. Creo que el mejor modo de explicarlo es que “What’s Opera, Doc?” es una obra maestra tan buena que no cualquier mirada es capaz de apreciar su belleza.

 

PUESTO 14: “What's Up Doc?” / “El Origen del Conejo” (McKimson, 1950)

Carta de título del cortometraje.

Si alguno de ustedes leyó mi publicación anterior sobre los Looney Tunes, de seguro se esté preguntando qué rayos hace un cortometraje de Robert McKimson en este top. Pero si hacen memoria de mis palabras exactas, dije que McKimson tuvo una cortísima época dorada de cinco años, yendo de 1946 a 1951. En ese lustro, yo opino que McKimson fue un buen director, y este cortometraje tan especial es prueba de ello.

“What’s Up, Doc?” fue la celebración del décimo cumpleaños de Bugs Bunny, contándonos su supuesta historia de ascenso a la fama. El cortometraje trata a Bugs como si fuera un actor en vez de una caricatura, y nos muestra cómo pasó de ser un chico del coro a una estrella de la pantalla grande (recordemos que los Looney Tunes se solían emitir en los cines). Sorprendentemente, resulta que el conejo no habría llegado tan lejos como “actor” de no ser por Elmer Gruñón, quien necesitaba a un segundón para un acto de comedia teatral.

Bugs participando en el acto de comedia de Elmer.

Bugs no aguantó mucho tiempo siendo el recipiente de todos los chistes, así que un día se reveló a media función para forzarse a sí mismo como el protagonista. Al público le gustó el cambio, y de este modo el acto cómico de Bugs y Elmer alcanzó nuevas alturas. Eventualmente, Warner Bros. se puso en contacto con ellos para volverlos “estrellas de cine”. Bugs y Elmer hicieron un piloto musical, Warner Bros. los aprobó, y el resto es historia.

Bugs haciendo su supuesto debut como estrella de cine en un acto contra Elmer. Disculpen la baja calidad de la imagen, pero yo quería mostrar esta escena específica y esa fue la mejor captura que pude encontrar.

Por si no era obvio cuando lo mencioné, el piloto musical entre Bugs y Elmer es mi parte favorita. El hecho de que hayan convertido la frase característica del conejo (“¿Qué hay de nuevo, viejo?”) en una canción para festejar su décimo aniversario ya es suficiente motivo para valorar el corto. Pero si a eso le sumamos la historia general, que intenta retratar a Bugs como un actor real en vez de una caricatura, tenemos como resultado un cortometraje que es igualmente gracioso y honroso.

 

PUESTO 13: “Robin Hood Daffy” / “Lucas Robin Hood” (Jones, 1958)

Carta de título del cortometraje.

Otro cortometraje más que legendario: si no lo has visto, estoy convencida de que no eres un fan de los Looney Tunes en general. “Robin Hood Daffy” es otro de esos cortos que brillan por su concepto tan simple: Porky Pig (interpretando al “Fraile Cerdo”) quiere unirse a la banda de forajidos de Robin Hood, y cuando Lucas aparece diciendo que él es Robin Hood, Porky no le cree nada. Para demostrar que lo que dice es cierto, el pato intenta robarle una bolsa de oro a un viajero rico. No obstante, como todos sus intentos de hurto fallan espectacularmente, el Fraile Cerdo nunca le cree al Lucas Robin Hood: según él, el pato negro no es más que un bufón practicando su acto de comedia en el campo.

Lucas Robin Hood relajándose bajo un árbol, rodeado de carteles de 'se busca' con su imagen.

La ironía de este cortometraje está en que nunca descubrimos si Lucas en verdad es Robin Hood, o si sólo es un chiflado que se cree Robin Hood. Todo lo que sabemos es que Lucas es un pésimo forajido, y ya. Como es usual en cualquier corto de la dupla “Lucas y Porky post-1950”, el Fraile Cerdo deja humillado al pato negro sin siquiera tener la intención de humillarlo. Porky es más competente que Lucas en todo aspecto, y por eso le cuesta creer que este pato con dos pies izquierdos y medio cerebro es el famoso Robin Hood.

Lucas Robin Hood tratando de convencer al Fraile Cerdo de la veracidad de su identidad.

El año de 1958 fue cuando la decadencia de la era clásica de los Looney Tunes se empezó a hacer notar, pero aún así, de forma milagrosa, Chuck Jones logró producir esta joyita cómica que todavía resuena en los corazones de muchos. “Robin Hood Daffy” fue la última aparición conjunta del cerdito y el pato que se considera un éxito rotundo, y cualquiera que lo haya visto puede entender el por qué.

 

PUESTO 12: “Drip-Along Daffy” / “El Alguacil sin Miedo” (Jones, 1951)

Carta de título del cortometraje.

Y de la última gran aparición conjunta de Lucas y Porky, pasamos a la primera gran aparición conjunta de Lucas y Porky… o al menos, la primera en donde Chuck Jones aplica su magia sin atadura alguna. Para nadie es un secreto que Jones le tenía cierto coraje a Lucas por ser el personaje predilecto de su rival: Bob Clampett. En cuanto Clampett abandonó el estudio de animación, Jones no desperdició ni un segundo para perfeccionar la fórmula de “cómo humillar al hijo metafórico de mi rival sin que parezca un guionazo de mi parte”, logrando dar en el clavo con “Drip-Along Daffy”.

En este cortometraje, Lucas es una parodia del Llanero Solitario, adoptando el nombre de “Héroe del Salvaje Oeste”. Acompañándolo, tenemos a Porky, quien adopta el nombre de “Alivio Cómico”. Lo sé: no es nada sutil, pero esa es la gracia. Héroe y Alivio no tienen nada que hacer… al menos hasta que se topan con un pueblo vaquero donde reina la violencia, pues Héroe no tarda en autoproclamarse “el nuevo sheriff” para eliminar todas las agresiones del lugar. Pero el dúo no pasa ni cinco minutos en el pueblo antes de toparse con su peor criminal: Nasty Canasta (el mismo sujeto del que hablamos en “Barbary-Coast Bunny”).

Nasty Canasta amenazando a Héroe (Lucas).

Canasta es de lo más intimidante, pero Héroe no se acobarda, y para probar su superioridad… deja que Alivio se encargue de él. Uno podría esperar que el bajito e inocente Alivio acabaría destruido por Canasta (y, de hecho, eso es lo que Héroe planea: usar a Alivio de chivo expiatorio para salvar su pellejo), pero como ya es costumbre en estos cortometrajes, al final resulta que el cerdito es mucho mejor salvador que su supuesto líder. El pueblo aclama a Alivio como su nuevo héroe, y Héroe acaba teniendo que conformarse al rol de alivio cómico, invirtiendo así los papeles.

Héroe creyendo que se salvó de una muerte asegurada al ofrecerle la bebida de Nasty a Alivio (Porky).

“Drip-Along Daffy” no sólo es el primer cortometraje exitoso del género “Porky humilla sin querer a Lucas”, sino que también es el mejor de su género en mi opinión. Con o sin rencor personal de Jones hacia Lucas, la calidad de este cortometraje no se cuestiona. De todos modos, la Karen infante ni siquiera sabía quiénes eran Jones y Clampett, así que creo que la posición en la que dejamos este corto es acertada y justa.

 

CONTINUARÁ… [Parte 2 ya disponible aquí]

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