Fandom: PAC-MAN.
Nivel de conocimiento previo requerido:
Bajo o nulo.
Tiempo estimado de lectura: 23 minutos.
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UNA AVENTURA SIN CUIDADO
Ahora sí, vamos a entrar en materia. El título de esta serie de publicaciones ya dijo que PatGA es un insulto a la inteligencia humana, y el primer subtema ya dijo que su gran error fue ahuyentar a los fans veteranos con tramas incapaces de entretener a una persona mayor de 6 años de edad. Es momento de que, por fin, suelte a detalle mis frustraciones con este show; frustraciones que llevo enlatando por 10 años. A darle.
Arranquemos con lo más simple: incluso para estándares de un show infantil, PatGA tiene muy poco cerebro y matiz. Teniendo yo una edad mental atrasada por unos ocho años respecto a mi edad física, pasé bastante más tiempo de lo regular viendo shows infantiles. Eso se traduce en que puedo discernir entre un show infantil normal y uno descerebrado gracias a mi experiencia… y créanme cuando digo que nunca vi un show tan descerebrado como PatGA.
Si bien el término “matiz” es el más adecuado en nuestro léxico hispano, la verdad es que prefiero el término anglosajón “nuance”. Ambas palabras, cada una en su idioma, se usan en literatura para describir los detalles que le añaden carácter propio a un personaje o a un entorno. Un personaje sin matiz es “un nerd, y ya”, mientras que un personaje con matiz es “un nerd con miedo a las alturas y gusto por la música”, por dar un ejemplo. Los matices no se tratan de romper estereotipos, sino de complementarlos con otros rasgos para que el estereotipo no sea la única cosa que le pongas enfrente a tu audiencia.
En mi experiencia personal, un modo sencillo de juzgar la calidad de un show infantil es revisar cuántos matices tienen sus personajes. Por ejemplo, digamos que tienes a un inventor en la serie. ¿A qué le tiene miedo? Si la respuesta se resume a “cosas relacionadas con ser un inventor”, al personaje le falta matiz, pues no tiene nada de personalidad salvo lo relacionado a su trabajo. Si por el contrario la respuesta incluye temores más variados (insectos, oscuridad, fuego…), el personaje tiene matices, lo que se traduce en una personalidad más agradable.
En el caso de PatGA,
la triste realidad es que ningún
personaje tiene matices: todos son estereotipos puros y sin rasgos extra
que les den al menos una pizca de carisma.
– Pacster es un comelón, y toda su
“““gracia””” (entre muchas comillas) es que siempre tiene hambre. Todo el
guionismo a su alrededor se resume a ‘tener hambre’ y ya.
– Cilindra es inteligente, y toda su
“““gracia””” es ser la voz de la razón en el trío protagónico. Fuera de eso,
ella no aporta nada de valor a la serie.
– Espiral es el atlético, y toda su “““gracia”””
es ser el fortachón en el trío protagónico. Fuera de eso, no aporta nada de
valor a la serie.
– Stratos es el presidente, y toda
su “““gracia””” es que es un excelente gobernante que nunca comete errores.
– Circunferencia (un personaje que
ni siquiera mencioné antes por lo insignificante de sus aportes) es el
científico loco, y toda su “““gracia””” es que es un viejito raro.
Por si a alguien le interesa, este es Circunferencia. Aquí lo vemos hablando junto al Presidente Stratos. |
Y así podría seguir con todo el cast, pero creo que ya entienden la idea: los personajes son tan planos como una hoja de papel. Sus faltas de matices son prueba del poco esfuerzo mental que los creadores les invirtieron al crear PatGA, y apenas estamos empezando.
…
Mi segunda señal para identificar a un show descerebrado está en la cantidad de errores de lógica básica que puedes detectar en la trama. ¿Cuántas conveniencias ocurren para que los héroes ganen? ¿Sientes que los objetivos de los villanos no tienen sentido? ¿Los personajes toman decisiones tontas para forzar conflicto o progreso en la trama? Mientras más de esos detalles aparezcan, más descerebrada es la serie, pues su presencia indica que los escritores no se detuvieron a pensar si lo que estaban escribiendo era coherente o no.
En el caso de PatGA, la historia está tan falta de lógica básica que, si fuera un objeto físico, bastaría pincharlo con el dedo para hacer que colapse. Muchas cosas pasan sólo porque sí, porque los buenos deben ganar, y porque los malos deben perder. Y para que vean que no es broma, a continuación les dejo una lista de errores de lógica que se me han ocurrido en tan sólo cinco minutos:
1.- Los fantasmas
desean obtener el Repositorio para
recuperar sus cuerpos, a pesar de que ser fantasmas les quita las
necesidades vitales básicas, les permite volar y atravesar sólidos, y en
general, les quita las limitantes de ser una criatura física. Por lo tanto, si
de verdad desean conquistar el mundo, mantenerse como fantasmas es la mejor
opción. ¿De qué les serviría obtener el Repositorio?
2.- En vez de destruir el Árbol de la Vida, los fantasmas sólo quieren robarlo. ¿Por qué? ¡Quién sabe! En la
premier del show y en un par de episodios más, los fantasmas pudieron haber
destruido a esta fuente de poderes anti-espectros, pero no lo hicieron por
conveniencia del guion.
3.- Se supone que la Guerra Pac-Mundial ocurrió hace menos de veinte años, pero
aun así, nadie de la generación de
Pacster cree en la existencia de los fantasmas. Por alguna razón, sólo los
que vivieron la guerra aseguran la existencia de los espectros, a pesar de que haya
videos y fotografías que les confirman esta verdad a los más jóvenes.
4.- La puerta al Inframundo, que es la única barrera evitando una segunda
guerra, permanece desprotegida durante toda
la serie. Nadie intenta ponerle un seguro, ni sellarla por completo. La
explicación desde nuestra perspectiva es que, si la puerta fuera sellada
definitivamente, no habría más caricatura; pero dentro de la propia caricatura
nunca se explica por qué los héroes no bloquean el paso y ya.
Los fantasmas llevándose al Árbol de la Vida de su escondite al Inframundo. Reitero: si pudieron encontrar el Árbol y darse el tiempo de arrancarlo de raíz sin dañarlo, ¿por qué no simplemente volarlo en pedazos y concretar una victoria inmediata? |
Estoy segura de que, si me pusiera a ver todos los episodios de PatGA, podría sacar unos 50 fallos de lógica, pero ustedes ya entendieron el punto: la historia está escrita a lo bruto, forzándola a avanzar mediante decisiones y conveniencias que nadie podría tolerar durante más de una hora seguida. Pareciera que los escritores armaron la trama entera en cuatro horas.
…
Mi tercer aspecto a analizar para detectar si un show es descerebrado se encuentra en el humor. Tal vez yo no sea precisamente una experta en comedia, pero hasta yo sé que los mejores chistes sólo pueden nacer de la espontaneidad pura o de la astucia pulida.
En el abierto entorno que es el Internet, pocas veces sueles encontrar consensos que superen el 90% de unanimidad, pero si se trata de humor, hay algo en lo que prácticamente todos estamos de acuerdo: EL HUMOR DE RETRETE ES UNA DE LAS MAYORES SEÑALES DE BRAINROT QUE EXISTEN EN ESTE PLANETA.
Para aquellos (afortunados) en mi audiencia que no estén familiarizados con el término, “humor de retrete” (o “humor escatológico” si quieren usar palabras más formales) se refiere al tipo de comedia relacionado con flatulencias, eructos, y otras funciones corporales consideradas “incómodas” y/o “molestas”. Piensen en el uso de sonidos de gases para causar gracia o pena ajena, en las escenas en las que alguna situación importante debe ser interrumpida porque algún personaje quiere ir al baño, o cuando un pájaro hace sus necesidades sobre un desafortunado fulano.
El humor de retrete es visto como una de las formas de comedia más baratas y descalificadas que existen. Se le puede dar el visto bueno en dosis mínimas, pero si tienes más de tres chistes de ese tipo en un solo episodio (o más de ocho si hablamos de una película), el público acabará dándote la espalda con una desagradable mezcla de incomodidad y pena.
Mis queridísimos lectores: por el bien de su salud mental y dignidad, NUNCA vean PatGA, pues está tan plagado de humor de retrete que no entiendo cómo un escritor tuvo el valor de plasmarlo en un guion y entregarlo a su equipo de storyboard. No quiero dar muchos detalles porque, honestamente, detesto con toda el alma el hablar de humor de retrete. Sólo diré los dos ejemplos más prominentes del show: esos que aparecen EN CASI CADA CONDENADO EPISODIO y que te perseguirán en la mente siempre que pienses en sus episodios.
1.- Los eructos de Pacster. Ya dije antes
que este chamaco parece tener un agujero negro en el estómago, considerando que
‘ser tragón’ es su único rasgo de personalidad importante. La cuestión está en
el énfasis que reciben los eructos de Pacster cada vez que finaliza una comida.
EN CADA EPISODIO.
2.- Los diseños de Buttler y Buttocks
(los secuaces principales de Betrayus). En serio, EN SERIO no quiero
escribir sobre esto, así que mejor les dejaré una imagen de los diseños de los
personajes, para que ustedes mismos saquen sus conclusiones sobre la clase
de chistes recurrentes que había sobre ellos.
Sí, estos son Buttler y Buttocks. Y sí: eso en sus frentes es lo que creen que es. Les doy mi permiso de despreciar sus diseños. Adelante. |
Si al menos podíamos excusar un poquitito a los personajes planos y a la trama sin sentido, la sobreabundancia de chistes de retrete mata dichas excusas. Cuando al menos la mitad de tu comedia se refiere sólo a los personajes actuando de manera asquerosa, es imposible evitar que tu audiencia se asquee. Si hubiera otras cosas distrayéndote de la comedia, tal vez podrías hacerte de la vista gorda, pero como ni los personajes ni la trama son de interés, al final no te queda más opción que aguantar los “chistes” tanto como puedas.
PatGA es una aventura a la que no se le invirtió nada de cuidado. El esfuerzo que se le puso de seguro no fue de más de cinco días, y por eso se siente tan descerebrado. Como si fuera un proyecto escolar elaborado en una sola tarde, este show apesta a “pocos recursos invertidos”. No sabemos si esto se debió a un bajo presupuesto, a órdenes de los superiores de “mantener las cosas simples para el público objetivo”, o a un equipo de trabajo inexperto y/o despreocupado. Lo que sí sabemos es que no muchas neuronas fueron utilizadas.
Pero aunque el cerebro no haya sido muy utilizado, al menos podemos decir que sí se le metió corazón, ¿verdad?
…¿Verdad?...
UNA AVENTURA SIN RESPETO
Como escritora y dibujante amateur que soy, admito que mis trabajos están muy lejos de ser perfectos. Cada vez estoy más convencida de que mi sueño de ser animadora se quedará en el tintero, y lo mismo va para mi deseo de monetizar este blog mediante la atracción de suficientes lectores. Puedo ver que no tengo el cerebro de una artista exitosa… pero aun así, no quiero que mis trabajos se queden sin al menos un poquito de corazón.
Dicen que cuando una obra es hecha con cariño, se nota. De algún modo, los humanos podemos captar el nivel de amor que un artista le pone a sus creaciones, lo que significa que también podemos captar si no hay nada de amor. Hay varias formas de detectar el respeto que un autor le tiene a su creación, pero personalmente, me gusta resumirlas en una palabra: PERSEVERANCIA.
Cuando algo te apasiona, no quieres dejar de hacerlo. Da igual si estás teniendo éxito o no. Da igual si eres experto o novato. Si un proyecto te importa, perseveras en él hasta que ya no puedas hacer más. A partir de la perseverancia, se desglosan varios otros valores clave en nuestra pequeña “medición de corazón”: compromiso, honor, dignidad, etcétera.
Si alguna vez escuchas que algún artista dice que una obra suya es “su hijo”, “su bebé”, o algún otro término similar, no sólo está bromeando o usando dramáticas metáforas. Esa obra ha crecido tanto que se ha robado una parte de su alma y de su amor; da igual si su calidad es alta o baja, porque su creador la estima.
Ya dejamos en claro que PatGA es una mala obra mediante argumentos que apelan al cerebro y a la razón. Tal vez, si hubiera aspectos positivos para apelar al corazón y al alma, su servidora no sería tan dura con el show, pero ese no es el caso. PatGA me deja una sensación muy similar a la que encontrarías en un oficinista cuyo espíritu ha sido apagado por pasar veinte años de su vida en un cubículo. Hay una notoria falta de alma, y eso se puede notar en su poca perseverancia con las tramas que ella misma se puso.
Vayamos en orden, comenzando con un breve repaso de la trama básica del show.
Como recordarán, PatGA transcurre en un entorno post-guerra: han pasado alrededor de 16 años desde aquel conflicto que azotó al planeta entero. La trama sigue a tres jóvenes pertenecientes a la primera generación nacida tras la guerra, y que no tuvo que vivir en carne propia sus eventos. El causante de la guerra tenía el objetivo de gobernar el mundo, y para lograrlo, intentó hacer desaparecer cualquier cosa que fungiera como una debilidad específica a sus soldados fantasma.
Una imagen de Pac-Mundo al momento que Betrayus dio la orden de lanzar el primer ataque de la guerra. Aunque de seguro esta es una dramatización, no podemos demeritar la escala que el conflicto tuvo desde el principio. |
Fue por eso que la raza de los Pacs Amarillos, que solía reinar el mundo en paz y armonía, se convirtió en su blanco central y terminó extinta (salvo por un único individuo: el protagonista). Ahora, ese temible villano ha vuelto, en la forma de un fantasma cuyos nuevos poderes lo vuelven incluso más peligroso que antes. Queda en manos del último Pac Amarillo (y de sus amigos) evitar una tragedia peor a la de la guerra original.
No nos hagamos tontos, amigos lectores: esta es una historia tétrica y épica en iguales proporciones. El simple hecho de añadir una guerra mundial al lore es un enorme gesto de valentía sabiendo cómo, en la vida real, no cualquier red social permite menciones del pintor austríaco que causó un conflicto similar. Al mismo tiempo, es imposible negar que semejante contexto le da al mundo de PAC-MAN un nivel de drama que jamás podríamos haber imaginado.
Pero en lugar de
una historia que te hiele la sangre con sus espectrales villanos o que te
mantenga al borde del asiento con su entorno tenso por la post-guerra, PatGA
nos dio… nada.
En ningún lado vemos secuelas de la
guerra, y a pesar de que no han pasado ni dos décadas desde semejante tragedia,
todo el mundo parece haberse olvidado
de ella. Quienes estuvieron en el frente de combate viven sus vidas con normalidad, e incluso Pacster suele
estar relajado a pesar de saberse el último miembro de su especie. ¿Para qué construyes un contexto tan
impresionante, si no tienes el compromiso de usarlo?
Lo que es peor: PatGA no sólo ignora sus elementos más serios, sino que los blanquea, y eso nunca estará bien. Miren, yo soy una amante del drama y de los entornos épicos en narrativas para toda la familia, pero hay una frontera que no puedo aceptar que se cruce sin cuidado, y esa es la frontera de una historia bélica; mucho menos lo acepto si se le adereza con un genocidio.
Hay gente en el mundo real sufriendo las consecuencias de la guerra, yendo desde los ruidosos enfrentamientos armados en Medio Oriente, hasta los silenciosos casos de clandestinidad en Latinoamérica. Para muchas personas, algo tan simple como salir de sus casas a estudiar, trabajar o hacer las compras es una tarea que requiere mucho valor. Uno no puede simplemente blanquear aspectos bélicos en sus narrativas, pues eso denota falta de empatía y, por lo tanto, falta de alma.
En la primera parte de este trío de publicaciones, hice unas cuantas menciones al hecho de que PatGA me recuerda a Fully Charged, que es otra serie animada basada en un videojuego y donde el contexto nos pone en una post-guerra. Fully Charged habrá cometido muchos errores, pero si hay algo de lo que no me puedo quejar, sin duda es la postura directa que tienen los protagonistas ante el concepto de la guerra, con todo y que sea un show para toda la familia.
En la escena introductoria para el Doctor Light en Fully Charged, vemos a sus dos hijos esperando con entusiasmo unos cuantos relatos de su participación en la Época Dura, pues la idea de soldados humanos batiéndose a muerte contra soldados robot les emociona. No obstante, Light los baja de su nube con serenidad, respondiéndoles que “la guerra es fea, y pelear es la última opción”, y que la verdadera diversión sólo se puede dar en un mundo en paz.
Fully Charged trata de los personajes evitando una segunda Época Dura, pero a diferencia de PatGA con su insensibilidad, esa serie sí se tomaba en serio los efectos de la guerra original. Había veteranos queriendo evitar un nuevo conflicto a toda costa, supervivientes resentidos por las cosas que perdieron y no volverán a tener, hombres de ciencia filosofando acerca de sus recuerdos y experiencias, y jóvenes inocentes acercándose peligrosamente a la romantización de semejantes eventos. En contraposición, PatGA parece tomarse a modo de juego la idea de ‘traer a un genocida que esta vez no se limitará a matar a una sola raza’.
En otro episodio de Fully Charged, se nos cuenta la historia de Wood Man (el robot a la derecha de la imagen). Él era uno de los soldados más comprometidos del bando robot, pero se extravió en una jungla a media guerra. Unos 10-12 años después, Suna y Mega Man (los dos personajes a la izquierda de la imagen) lo encuentran, y como creen que es un ermitaño loco, pelean con él para restringirlo. No obstante, una vez que captan que Wood Man no sabe que la guerra acabó, ambos dejan de pelear y le explican con palabras la situación actual. Wood Man se queda mentalmente perdido tras esta revelación, y pasa el resto de la serie intentando adaptarse a su nueva y pacífica realidad. Este es uno de los múltiples modos en que Fully Charged supera a PatGA en cuanto al concepto de "la vida en una post-guerra". |
…
¿De qué otro modo puedo saber que PatGA fue hecho sin respeto ni cariño? Pues con sus autores no tomándose la molestia de perseverar con la historia que ellos mismos nos propusieron desde el comienzo. Después de decirnos que “un conflicto peor que la Guerra Pac-Mundial podría comenzar si Pacster pierde una sola vez”, el show simplemente involuciona a la típica caricatura donde cada episodio debe terminar con una lección, como si esto fuera Pocoyó o algo así.
No me malentiendan: no es que yo esté en contra de ofrecerles caricaturas a los niños donde aprendan civismo básico. Yo pasé al menos 11 años de mi vida (casi el doble del ser humano promedio) devorando esa clase de contenido en Discovery Kids, Nick Junior y Playhouse Disney, así que no quiero caer en la hipocresía.
La gran diferencia está en que, de entre las docenas de series preescolares que llegué a ver, ninguna excepto ésta cometió el sacrilegio de querer decirme “respeta a tus mayores” mientras sus protagonistas descendían al infierno para recoger muestras de ADN de sus habitantes. Esa es la clase de cosas que PatGA estaba trayendo a la mesa, y sí: es tan ridículo como suena.
En fin: parece que, en algún momento de la producción, los escritores se dieron cuenta de que no era buena idea mezclar un contexto bélico con una trama estilo “Saturday Morning”. Para remediar la discrepancia, decidieron parar con las lecciones cívicas y ponerse las pilas en capturar al genocida de caricatura que habían creado… O al menos ESO es lo que habría ocurrido en un mundo ideal, porque la realidad es que los escritores hicieron todo lo contrario: fingir que los elementos bélicos nunca existieron y redirigir la trama a un rumbo más genérico.
Si la memoria no me falla, el cambio se dio a finales de la primera temporada, cuando el show decidió introducir aliens a la trama sin un motivo aparente. Desde mi perspectiva en aquel entonces, este cambio no tenía sentido ni razón; actualmente, puedo ver que los aliens fueron un modo de desviar la atención de Betrayus, para así alejar a la trama de sus raíces bélicas. Dicho de otro modo, los aliens fueron el comienzo de un enorme retcon para PatGA.
Dos de los aliens que aparecen en el final de la primera temporada. |
En caso de que alguno de ustedes no sepa qué es un retcon, a continuación les dejo la definición de la sabionda Wikipedia:
“Una continuación retroactiva, o ‘retcon’ para abreviar, es un recurso narrativo en el que los hechos de una historia que ya fue establecida son ajustados, ignorados, complementados o contradichos en una historia subsecuente, recontextualizando o quebrando la continuidad entre ambos. […] Los retcons son utilizados por los autores para aumentar su libertad creativa, asumiendo que los cambios no le importarán a la audiencia en comparación a la nueva historia que se va a narrar.”.
En términos más simples, un retcon es cuando los escritores de una obra te dicen “olvida la historia que te contamos antes, porque a partir de ahora ya no importa”. El tiempo que invertiste en digerir la narrativa inicial se ha ido a la basura, pues los autores se han hartado de escribir al respecto y prefieren voltearte la tortilla antes de asumir las consecuencias de lo que crearon.
Con PatGA, lo que sucedió es que los escritores notaron que Betrayus y su historial de violencia se pasaban de la raya, en comparación a las pequeñas lecciones inconsecuentes con las que estaban retacando la primera temporada. Entonces, al tener que elegir entre “ignorar la guerra” o “abandonar las lecciones”, la producción se decantó por la primera opción, y así comenzaron las labores de blanqueamiento de la guerra.
De repente nos dijeron que ‘ni los padres de Pacster ni los demás Amarillos habían muerto víctimas de un genocidio, sino que habían sido capturados por aliens y llevados a quién sabe dónde’. De repente nos dijeron que ‘los padres de Pacster ni siquiera se habían involucrado en la guerra, y que eran exploradores que se esfumaron mientras visitaban unas ruinas’. De repente nos dijeron que ‘Betrayus no quería convertir a la Pac-gente en fantasmas, sino sólo derrotar a Pacster porque le caía mal’.
De repente, la aventura perdió su rumbo en favor de mantener el estatus quo de una trama inofensiva, excepto que no puedes tapar el sol con un dedo. Por mucho que los escritores quisieran ignorar la trama bélica, eso no es realmente posible. Los fantasmas son parte fundamental de cualquier producto de PAC-MAN, y PatGA estableció desde el arranque que sus fantasmas eran soldados condenados al Inframundo por sus crímenes.
A nadie le interesaron los recién introducidos aliens, a nadie le importó la posibilidad de devolverle sus padres a Pacster, y a nadie le gustó la degradación de Betrayus a ‘villano secundario’. El blanqueamiento del entorno post-guerra fue el último clavo en el ataúd de este show, pues si a los escritores no les interesaba cuidar su propia historia y a los espectadores no les interesaba seguir su nuevo rumbo, ¿cuál era el punto de mantener el barco a flote?
…
Y todavía no acabamos, pues resulta que cuando la producción no estaba estropeando su propio lore, estaba haciendo parodias a la cultura pop del siglo XX. ¿Por qué? Quién sabe.
Mi teoría es que, en un intento de expandir la comedia de la serie (porque obviamente el humor de retrete no era suficiente para sostener 52 episodios enteros), a la producción se le ocurrió la “gran” idea de lanzar episodios parodiando a Star Wars, a Indiana Jones, a Volver al Futuro, a Jurassic Park, y a cualquier franquicia popular para las generaciones X y Millenial… a pesar de que se suponía que su público objetivo era la generación Z.
En un episodio, los personajes se lanzan a una expedición estilo Indiana Jones. ¿Esto ayuda en algo a detener a los fantasmas o a encontrar a los Amarillos? No, para nada. Por lo tanto, este episodio resulta ser puro relleno. |
…
Desde luego, toda esta pérdida de tiempo con los retcons y las parodias no vino sólo a costa de la consistencia del show. El mayor precio a pagar fue que, al final, PatGA nunca tuvo un final feliz. Con la audiencia huyendo tanto de la serie como de los videojuegos, el show terminó cancelado sin hacer ningún progreso. Betrayus nunca fue derrotado, los aliens nunca fueron capturados, los Amarillos “secuestrados” nunca regresaron, y los padres de Pacster nunca fueron encontrados.
¿De qué nos sirvió armar toda una telenovela con la Guerra Pac-Mundial, si no tardamos ni media serie en reemplazarla por un nuevo problema con subtramas y parodias que nadie pidió? Es lamentable, pero PatGA estuvo muy carente del amor que toda serie animada requiere para florecer. No puedo notar ni una pizca de perseverancia, compromiso, honor, dignidad, etcétera, en su tratamiento. PatGA no tiene alma.
Lo que es peor: incluso habiendo detallado la falta de cerebro y de corazón con tanta claridad como me fue posible, TODAVÍA NO TERMINO DE ENLISTAR LOS ERRORES DE ESTE SHOW. Y es que quienes me conozcan de seguro habrán notado una inusual falta de enfoque o imágenes del villano de PatGA: el Comandante Betrayus. Lo que sucede es que su situación es tan, pero TAN DESESPERANTE, que se merece su propia sección destripando cada detalle. Sujétense fuerte, amigos lectores, porque la tercera y última parte de esta trilogía será donde suelte toda la bilis.
CONTINUARÁ… [Link a la Parte 3 ya disponible aquí]
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