¡Qué tal, qué tal! ¡He vuelto de entre los muertos!
Sí… resulta que
trabajar 5 horas al día es mucho más pesado que 4 horas… Apenas tengo tiempo
para acabar mis tareas, pero ya estoy aquí. No sé por cuánto tiempo, pero ya
estoy aquí.
En fin: a lo que
venía. Hace no mucho se estrenó el reboot
de Tiny Toon Adventures, titulado “Tiny
Toons Looniversity”. Si les soy sincera, mi conocimiento de Tiny Toons es muy limitado. Ubico los nombres y los arquetipos de un 70% del cast, he visto unos 3 o 4 episodios de
la serie original, y creo que comprendo el concepto y el espíritu detrás de esa
sub-franquicia de los Looney Tunes.
No he tenido
tiempo de ver el reboot completo,
pero sí he visto todo el material que Cartoon
Network ha publicado en su cuenta oficial de YouTube, así como uno que otro
clip publicado por fans. Como no soy una experta en Tiny Toons, no me siento preparada para juzgar la versión
rebooteada de sus personajes originales. Sin embargo, el asunto cambia si nos debemos referir a los personajes de
los Looney Tunes clásicos.
El episodio “General
Hog-spital” fue publicado entero en YouTube y eliminado una semana
después, pero por suerte, alcancé a verlo antes de la eliminación. Hablando
sólo de los Looney Tunes clásicos,
ver a Wile E. Coyote como el chiflado
profesor de ciencias me parece el rol más lógico que pudieron haberle dado, y la Abuelita como una decana anciana
pero de actitud juvenil es más acertado de lo que pude haber imaginado. No
obstante, esos son personajes clásicos que serían muy difíciles de arruinar (a
menos que se intente arruinarlos a propósito) por lo conocidos y comprendidos
que son.
Ahora bien, ¿qué pasaría si tomáramos a personajes
clásicos no tan conocidos, ni comprendidos, ni queridos? La propuesta que Tiny Toons Looniversity nos da es cuando menos interesante.
Si leyeron mi serie de publicaciones sobre la historia de los personajes insignia de los Looney Tunes, tal vez recuerden las principales causas por las que Cool Cat, Merlín el Ratón Mágico, y el resto del cast de 1967-1969 fracasó:
- Los muy bajos presupuestos
hicieron que la calidad de la animación y el estilo de dibujo decayeran
enormemente.
- Los artistas involucrados eran mayormente
novatos. Algunos nunca habían trabajado en Looney Tunes, así que no entendían de todo su estilo. Otros jamás
habían sido directores, así que no sabían cómo darles un rumbo claro a sus
creaciones.
- Probablemente como consecuencia de los dos puntos anteriores, las personalidades y arquetipos propios de
estos personajes son demasiado planos, sin mucho que los haga sobresalir.
Si lo analizamos
un poco, podríamos decir que estos personajes fueron víctimas de las
circunstancias. Es posible que, de ser desarrollados con más cuidado, Cool Cat
y Merlín puedan relucir de verdad… y
justamente eso es lo que Tiny Toons
Looniversity parece intentar hacer.
Iniciando con Cool Cat, todo apunta a que él es una
especie de supervisor que revisa que
haya una educación de calidad en cada escuela de caricatura. Sin embargo, su
actitud es tan relajada y despreocupada que cualquier cosa lo contenta, así que
sus “revisiones de calidad” realmente no exigen mucha calidad.
En sus inicios,
el personaje de Cool Cat encarnaba
la actitud que se consideraba “cool”
(de ahí su nombre) en la década de 1960, pero por eso mismo, dejó de empatizar con la audiencia cuando
esa época llegó a su fin. Robert McKimson hizo un intento de reformar a
Cool Cat en 1969 para darle un atractivo más universal, pero con el cierre del
estudio de animación ese mismo año, sus esfuerzos no llegaron muy lejos y el
personaje de Cool Cat fue prácticamente
abandonado. A través de su cameo en Tiny
Toons Looniversity, esta lucha por reinterpretar a Cool Cat ha revivido, de
modo que sus estereotipos sesenteros han sido virtualmente eliminados, y su personalidad relajada ha sido expandida para hacerlo ver como un tipo agradable y poco exigente
con la vida. Bastante bien en mi opinión.
Pero sin duda,
quien se lleva los aplausos para mí en cuanto a “personajes de la Era Oscura que han sido rescatados de la mediocridad”
es Merlín
el Ratón Mágico. Su nombre lo dice todo: Merlín es un ratón que se
dedica a la magia. En sus inicios, el personaje era retratado como un simple ilusionista que daba funciones de
magia barata alrededor del mundo. Merlín nunca tenía más de 5 espectadores
en sus shows, y los “trucos de magia” que presentaba en el escenario eran los
típicos actos falsos de cortar a un miembro de la audiencia por la mitad o
sacar un conejo de su sombrero. Aunque eso podría aparentar que Merlín no tiene
nada realmente bueno por ofrecer, la realidad es que sí conoce magia de verdad, y tiene trucos muy poderosos a su
disposición. Lo que pasa es que no le gusta utilizar sus habilidades en
situaciones que no lo ameriten.
Esta premisa tiene mucho
potencial: un hechicero habilidoso que finge ser tan común como tú y yo, y que
sólo saca su verdadero poder si no hay otra opción. Sin embargo, gracias a las
limitantes impuestas en la Era Oscura de los Looney Tunes, Merlín no llegó muy
lejos en sus dos años de existencia, y al igual que Cool Cat, cayó en el abandono. Lo que Tiny Toons Looniversity ha hecho es retomar
esa misma premisa tal y como era hace 55 años, y sólo hacer que alguien le ponga atención a Merlín sin
ánimos de antagonizarlo, para que él se sienta con la confianza de mostrar
su talento real como un buen profesor. Hay cierto toque de picardía sana en Merlín, pues es claro que fingió ser un mago barato
para decepcionar a Buster a propósito, y luego aplastó esa decepción en medio
minuto con magia real, mostrando cierto nivel de orgullo al causarle semejantes reacciones al joven Tiny Toon.
Si les interesa el clip oficial de Merlín, aquí les dejo el link. |
Ya llevo un par
de meses barajando la idea de hacer mis
propias reinterpretaciones de los personajes fallidos de los Looney Tunes, y
con lo que Tiny Toons Looniversity ha
hecho por Cool Cat y Merlín el Ratón Mágico, estoy cada vez
más convencida de que existe un modo de salvarlos a todos del
olvido y la mediocridad. Tal vez la Era Oscura de los Looney Tunes no
esté tan podrida como pensamos. Tal vez sus personajes sólo requieren un poco
de amor y creatividad para llegar a la altura de los grandes clásicos. ¿Qué opinan ustedes?
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