domingo, 4 de septiembre de 2022

Historia de los Personajes Insignia de los Looney Tunes – Parte 2 de 7: BOSKO

Fandom: Looney Tunes
Nivel de conocimiento previo requerido: Bajo

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ORIGEN

Era el año 1929. La animación tenía poco tiempo desde que adoptó la capacidad de incluir sonido, y su único medio de emisión era a través de salas de cine. Ahí, es común encontrar cortometrajes como preludio a los largometrajes.

El estudio de animación más grande en aquel entonces era el de Walt Disney, pues el nacimiento de Mickey Mouse en 1928 le aseguró al estudio un lugar entre las grandes compañías cinematográficas de la época. Por desgracia, Walt Disney era un hombre estricto, y no le gustaba que sus trabajadores crearan cortometrajes que no cuadraran con su estilo y gusto propios. Muchos de esos trabajadores renunciaban por la falta de libertad creativa que tenían, y algunos de ellos incluso formaban sus propios estudios para poder ejecutar sus ideas sin limitaciones.

Entre esos trabajadores que abandonaron las filas de Disney se encontraban Hugh Harman y Rudolf Ising: dos animadores establecidos en Hollywood en busca de un patrocinador tras renunciar a sus trabajos con Disney (y Universal Studios).

Hugh Harman

Rudolf Ising

Harman y Ising dirigieron un cortometraje piloto para mostrárselo a todos sus posibles benefactores, siendo que finalmente lograron llegar a un acuerdo con Leon Schlesinger: un hombre de negocios con gusto por el teatro y un poco de experiencia en el negocio de los cines.

Leon Schlesinger

El cortometraje piloto en cuestión se trataba del propio Rudolf Ising charlando con un personaje animado, y luego presentándolo a la audiencia. Este personaje había sido creado por Harman desde la época en que trabajaba con Disney, pero nunca había tenido la oportunidad de usarlo por la controladora naturaleza de su jefe.

Así, este piloto se convertiría en la primera aparición de Bosko: el Chico Parlante de Tinta.

“¿Que quién soy? ¡Soy Bosko! ¡Ese es quien soy, y nadie lo es excepto yo!” – Bosko presentándose en el piloto ‘Bosko The Talk-Ink Kid’

DESCRIPCIÓN DEL PERSONAJE

Bosko es un hombre afroamericano con un diseño bastante sencillo y similar al del Gato Felix. A pesar de que el personaje debutó en una era en la que no existía la animación a color, se sabe cuáles son los colores oficiales de su ropa gracias a que algunos de sus cortos recibieron un coloramiento por computadora años después. Su chaleco es negro, su camisa es amarilla, su sombrero es café y blanco, su pantalón es azul mezclilla y sus zapatos son rojo quemado.

En sus primeras apariciones (incluyendo el piloto), Bosko tiene un acento estereotípico de la gente de raza negra, aunque con el tiempo el personaje evolucionó y fue perdiendo su acento. Además, el que Bosko sea afroamericano no siempre es considerado como el motivo de su color de piel: a veces se dice que, en vez de ser un humano, Bosko es un “hombrecito de tinta” (tal y como dice el título de su cortometraje piloto). Se cree que el motivo por el que se empezó a negar que Bosko era un chico negro es el alzamiento de las creencias anti-racistas.

Bosko tiene una novia llamada Honey. Su diseño es literalmente el mismo que el de Bosko, sólo que con un moño y una falda en vez de un sombrero y pantalones. Otros acompañantes medianamente regulares en los cortos de Bosko son Bruno (su perro mascota) y Wilbur (un gato huérfano).

ESTRUCTURA ARGUMENTAL

Los cortometrajes de Bosko fueron emitidos en una época donde la animación no requería ser compleja para volverse exitosa. En ese entonces, el simple hecho de ver a unos dibujos moverse ya era un espectáculo, y como había pasado muy poco tiempo desde que se empezó a incluir sonido en las animaciones, cualquier acompañamiento sonoro era un deleite.

Por ello, los cortos de Bosko son de lo más simple y sencillo que cualquiera podrá encontrar de entre los cientos de cortos de LT. La trama de sus cortos suele ser una de estas:
1.- Bosko tiene un trabajo cualquiera: explorador, dueño de un bar, mecánico, guardia forestal, soldado… en serio, cualquier trabajo es opción.
2.- Bosko tiene una cita con Honey.
Con base en una de esas dos tramas, el corto es llenado con secuencias musicales. Bosko y compañía bailan y cantan, hay uno que otro chiste de por medio, de vez en cuando los personajes tienen que enfrentarse a un rival o enemigo intentando arruinar la diversión… En realidad es una estructura argumental muy simple que todos sus contemporáneos usaban, pero eso era suficiente en los años 1930’s.

Pero si los cortometrajes de Bosko tenían los mismos elementos que sus contemporáneos, ¿qué los hizo destacar y volverse exitosos?

Verán: mientras los contemporáneos de Bosko se limitaban a usar música para acompañar su animación, el chico de tinta se enfocaba en el diálogo.
Sincronizar una animación con un ritmo musical es más fácil que sincronizarla con los movimientos de los labios al hablar. Por eso, otros estudios de animación sólo usaban gritos, silbidos, y otros sonidos bocales que no involucraran muchas palabras: porque animar frases era muy complicado.
Los cortos de Bosko se apoyaban mucho de que sus personajes hablaran y cantaran, y eso era lo que les daba su valor.

Otro punto a favor de Bosko era que sus cortos de vez en cuando rompían la cuarta pared, haciendo que los personajes se dieran cuenta de que estaban siendo vistos por una audiencia. Una vez más, lo que es muy normal hoy en día era un sorpresivo lujo en los años 1930’s.

Finalmente, la cualidad que yo considero más valiosa en los LT de aquella época es su personalidad.

El estilo de Walt Disney era sereno y armonioso, y como Disney era el estudio de animación más exitoso de la época con mucha diferencia, todo el mundo quería imitar ese estilo sereno y armonioso. Bosko y los LT iniciaron del mismo modo: intentando imitar a Disney con cortometrajes centrados en la armonía y una musical vida diaria…

Pero con el tiempo, el chico de tinta comenzó a evolucionar y adoptar su propio carácter, alejado del aura de paz de Disney. Bosko y compañía poco a poco se volverían más alocados, energéticos, atrevidos y humorísticos. Los chistes que al inicio eran raros de ver en estos cortos se empezaron a volver tan abundantes que los LT se transformaron en espectáculos de comedia.

Bosko había sido un personaje alegre desde el piloto, pero no fue hasta que a esa alegría se le sumó la energía y el humor que Bosko realmente despegó. Mientras Mickey Mouse era un “niño bueno”, Bosko era un sujeto divertido (y algo loco) que podía lograr lo que quisiera con la ayuda de un par de chistes visuales. Daba igual qué trabajo le pusieran, qué enemigo tuviera o en qué ambiente lo dejaran: Bosko te podía hacer reír con su alocado mundo y sus creativas soluciones a los problemas más extraños.

Los cortos más destacables de Bosko son:
 - “Sinkin’ in the Bathtub” (1930) – El primer Looney Tune lanzado al público, bueno para darse una idea de lo que te toparías en los LT de 1930.
 - “Bosko’s Holiday” (1931) – Considerado el primer corto donde los chistes tuvieron más enfoque que la danza y el canto.
 - “Bosko the Doughboy” (1931) – Visto como un corto único en su clase por tener a Bosko en un ambiente tenso y carente de canto o baile. Aquí los chistes se vuelven más erráticos e intensos.
 - “Ride Him, Bosko!” (1932) – Famoso por su escena final, pues este sería el primero de muchos LT que acabarían del mismo modo: con un abrupto final que rompe la cuarta pared.
 - “Bosko in Person” (1933) – En mi opinión, el mejor corto de Bosko que existe. Siento que es la exhibición perfecta de la evolucionada personalidad del chico de tinta y su novia.
 - “Bosko’s Picture Show” (1933) – El último LT de Bosko, bueno para darse una idea de lo que te toparías en los LT de 1933. También es un corto conocido porque en una escena parece que Bosko dice ‘F#ck’.

RETIRO DEL PERSONAJE

A pesar de que Bosko estaba cosechando éxito en las salas de cine, la situación laboral tras bambalinas con el equipo de Leon Schlesinger no era la mejor.

Al parecer, Hugh Harman nunca superó su rencor hacia Walt Disney por haberlo tratado como lo trató. Harman tenía un pequeño problema de ego, así que estaba obsesionado con ser mejor que Disney en todo. Y como su posición de empleado de Leon Schlesinger no le gustaba a Harman porque se veía a sí mismo como una especie de “artista excepcional”, ambos solían discutir mucho.

Por su parte, Ising sólo quería un mejor salario por el éxito que los LT y MM estaban cosechando, y deseaba que más presupuesto fuese dado a sus animaciones para poder trabajar a color (como Disney) en vez de mantenerse estancado en el blanco y negro. Harman también quería un mejor salario debido a su ego.

En 1933, el contrato de Harman y Ising con Schlesinger terminó, y cuando a ambos animadores se les ofreció renovar dicho contrato, prefirieron no hacerlo y abandonar a Schlesinger… llevándose los derechos de Bosko y Honey con ellos.
Harman y Ising se fueron a trabajar a Metro-Goldwyn-Mayer porque se les ofreció un mejor trato y salario ahí, pero aunque intentaron continuar con el éxito de Bosko y sus amigos (incluso dándoles un rediseño) en una serie llamada “Happy Harmonies”, su intento no tuvo éxito.

Por su parte, Schlesinger Productions se quedó sin un personaje insignia tras la salida de Harman y Ising. Pero como Leon Schlesinger ya se esperaba que las cosas acabarían así con los dos animadores, preparó un plan de emergencia: contratar a un nuevo equipo, encontrar un nuevo local para poner su estudio, y crear un nuevo personaje insignia.
El proceso para encontrar a ese nuevo personaje insignia fue más duro de lo que Schlesinger pudo haber imaginado.

CONTINUARÁ…

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